Juan Carlos Jiménez Benavídez
Una práctica que los últimos días se ha visto en un sinnúmero de personas tlapacoyenses, es la recolección de botellas de plástico, mejor conocidas como PET, la cual les acarrea beneficios económicos.
Tomando en cuenta que con el reciclaje se protege el recurso natural renovable y no renovable, debido a que el reciclaje evita la contaminación producida por los desechos que no se descomponen o que tardan gran tiempo en hacerlo.
Junto con ello la conciencia de ecología de las personas, las conlleva a tener una remuneración económica por el trabajo que realizan de la recolección en envases vacíos, los cuales son reciclados por empresas foráneas.
A pesar de ser poco el ingreso económico por la venta de los envases de plástico, en gran volumen es redituable para los ciudadanos que realizan esta práctica, pero también lleva a un beneficio social sin que estas personas se den cuenta.
Desgraciadamente el costo por el kilogramo de plástico para reciclar es bajo, fluctuando entre un peso cuando el PET se encuentra sucio y dos pesos cuando se encuentra limpio, sin etiquetas y compactado.
Pero no dejando de ser una buena fuente de ingresos económicos, al poder recolectar una gran cantidad de plástico, no siendo el único producto que se puede vender a una recicladora, también el papel que se paga entre 1 y 2 pesos el kilogramo, el cartón entre 1 peso y 1 peso con 5 centavos, el aluminio tiene mucho valor hasta $15 pesos el kilo; el fierro viejo se paga a $1.50 peso el kilogramo, y otros tipos de plástico aparte del PET, entre $2 y $3 pesos.
Por lo que en años próximos la industria del reciclaje será una buena fuente de ingresos para un gran número de familias, siendo algo práctico y que lo pueden hacer en sus ratos libres.