Innumerable el número de veces que son violados sus derechos
La discriminación es el principal objeto
Juan Carlos Jiménez Benavídez
La deshumanización y pérdida de valores en la sociedad, se hace más notoria hacia las personas con capacidades diferentes, la falta de oportunidades para hacer de su vida más digna y fácil se ve violada al no respetar sus derechos y espacios como personas y como ciudadanos.
Solo transformando nuestro pensamiento hacia una cultura de respeto, tolerancia, dignidad y mejores oportunidades para todos y sobre todo de respeto hacia las personas con capacidades diferentes nos hará diferentes, auténticos y respetuosos de los derechos sociales que como ciudadanos debemos tener.
La persona discapacitada es aquella que padece, en forma permanente o temporal, una disminución de sus facultades físicas, mentales o sensoriales, que le impiden realizar una actividad regular, es decir, la que realizaría un adulto promedio.
La naturaleza de las discapacidades presenta retos muy distintos, por lo que no es posible reducirse a la mera existencia de un impedimento.
No obstante lo elevado de la cifra de personas con discapacidad, la discriminación contra estas personas es algo muy común que se refleja en manifestaciones cotidianas que resultan invisibles para el resto de la gente, pero no para ellos, como pueden ser el entorno urbano, los sistemas de enseñanza, las disposiciones legales, los sistemas de salud, los cuales están diseñados para personas con pleno uso de sus capacidades, y se convierten, por esa sola causa, en instrumentos de discriminación.
Así mismo existen formas más directas de discriminación, por ejemplo, cuando se le niega empleo o educación a una persona discapacitada; cuando se le impide a un ciego entrar a un establecimiento junto con su perro guía o cuando se les da un trato de personas deficientes, incapaces.
El problema de los Derechos Humanos de los discapacitados parte de una consideración fundamental, el reconocerlos como seres humanos y, por tanto, merecedores de derechos al igual que los demás.
Al mismo tiempo, se debe reconocer que tienen necesidades e impedimentos propios, que los hacen sujetos de derechos especiales, ya que necesitan ciertas condiciones específicas que les permitan moverse, trabajar y estudiar como cualquier otra persona.
Lo urgente es sensibilizar a las personas sobre el respeto que merecen las personas discapacitadas y la necesidad de terminar con la discriminación hacia ellos, por lo que es necesario realizar eventos y campañas de difusión que brindará información a toda la comunidad y hacerla consciente de esta situación, en donde se discrimina en gran medida a las personas con capacidades diferentes.