Juan Carlos Jiménez
Como cada año, este 18 de diciembre, se llevará a cabo la guardia de honor y a la vez el ofrecimiento de una ofrenda floral en el parque y panteón municipal, donde se encuentra erigido un bulto y la tumba de Don Luis Escobar Toledano, quien fue el mayor benefactor de este municipio en sus diversos periodos como presidente municipal.
Don Luis Escobar Toledano, fue originario de Teziutlán, Puebla, nació en el Barrio de “El Carmen”, siendo sus padres Don José Antonio Escobar y Doña Dolores Toledano, en su juventud se dedicó al trabajo de la arriería, el que lo hacía frecuentar la región de tierra caliente, especialmente en Tlapacoyan, después se radicó en esta población en virtud de que contrajo matrimonio con la señorita Carmen Cardeña, originaria de esta ciudad de Tlapacoyan.
El negocio al que estaba dedicado era la ordeña y venta de leche que tenía instalada en el lugar denominado “Itzapa”, participando además en las labores sociales propias de la época, las que lo llevaron a ocupar el cargo honorífico de alcalde en el año de 1875, desempeñándolo en varios periodos con éxito y ejemplar trayectoria pública hasta 1907 en su última gestión, convirtiéndose en el gran constructor urbano de nuestro municipio, reconociéndosele como el “Benefactor de Tlapacoyan”, por el gran número de obras de colosal trascendencia y utilidad actual, entre las que destacan:
La construcción del palacio municipal, en el año de 1890; el túnel de Totoapan, que conduce el agua, del 21 de junio de 1886 al 21 de junio de 1888; introdujo el servicio de agua a la población el 5 de Mayo de 1892; construyó el Cementerio Municipal, en el año de 1906; el puente de Tomata, en el año de 1886; construyó el rastro municipal; el puente viejo en la calle Juárez y el puente nuevo en la calle Hidalgo y también construyó la Capilla del Cerrito y el parque Central.
Mandó empedrar las principales calles de la población y construyó la escuela primaria Revolución al lado del palacio municipal, hoy escuela Héroes de Tlapacoyan y 22 de Noviembre en el turno matutino y vespertino, respectivamente.
Todo esto fue su obra que realizó en varios periodos en el lapso de 20 años al servicio del pueblo, durante el transcurso de su desempeño como primera autoridad, también sobresale el funcionamiento del Telégrafo y el primer sistema de Alumbrado Público por medio de gas, la construcción y habilitación de espacios para la enseñanza en todo el territorio municipal.
La muerte le sorprendió el 18 de diciembre de 1917, en esta ciudad de Tlapacoyan, a los 75 años, un año antes le tocó presenciar cómo los revolucionarios cristeros incendiaron el palacio municipal que con tantos sacrificios él había construido, además de que se destruyeron en la conflagración importantes documentos relacionados con la fundación de Tlapacoyan y todo el mobiliario de cedro y caoba que había en la sala municipal.
Se dice que Don Luis Escobar lloró al ver todo destruido, él era un hombre de corazón fuerte y capaz de enfrentarse a todos los problema que ocasionó la construcción de obras, por todo esto es llamado El Benefactor de Tlapacoyan.