Juan Carlos Jiménez
Tlapacoyan, Ver.- Tristemente pasarán solos una navidad más los viejecitos que se encuentran en el asilo de ancianos María Auxiliadora, que dejará construido el presbítero Elías Núñez Fuentes, quien soñaba en darle una nueva vida a estas personas de la tercera edad que son abandonados por sus familiares.
Desafortunadamente la mayoría de las personas que se encuentran en dicho lugar no tienen familiares y si los tienen no se acuerdan para nada de ellos, dejándolos en el total abandono desde que fueron dejados en ese lugar.
Es muy raro que algún familiar los llegue a visitar, pero afortunadamente en estas fechas hay voluntarios que llegan a acompañar a las personas adultas para darle unos minutos de alegría y sacar esas sonrisas que están olvidadas.
Quienes más los llegan a visitar son alumnos de las escuelas de nivel bachillerato, algunos por compromiso con sus maestros y otros porque verdaderamente les nace, empleados de Bodega Aurrerá, voluntarios de la iglesia, quienes son los que se acuerdan de ellos en estas fechas.
Del número de adultos que se encuentran en el asilo, un total de 12, de edades entre los 65 y 95 años, quienes también reciben asistencia médica por parte de tres doctores voluntarios que dan su tiempo para poder atenderlos y que están bien de salud.
También de estas personas, algunas han logrado ingresar al programa 65 y Más; así como el apoyo de pensión vitalicia, recursos que son administrados por el patronato del asilo, siendo utilizados los recursos única y exclusivamente para los beneficiados, no desviándolos para alguna otra cosa.
Pese a esto es necesario que la población apoye a estos ancianitos, debido a que los recursos muchas de las veces no son suficientes para el mantenimiento del edificio, los sueldos y otros gastos que se originan, por lo que se requiere de más ayuda.
