Juan Carlos Jiménez Benavídez
Un factor importante y que ha detonado el alza en los ahogamientos durante las vacaciones de semana santa son los pésimos trabajos que ha realizado la Comisión Nacional del Agua en los distintos ríos de la región como en Vega Chica, El Pueblillo, Rojo Gómez y El Pital.
Destacando que este éxodo vacacional en su mayoría el número de ahogados fueron menores, que van desde los 12 hasta los 16 años, hechos que se han registrado cuando van acompañados de sus familiares, gracias a los pésimos trabajos realizados.
Esto al dejar profundas pozas de donde extraen material pétreo que es vendido al mejor postor por las compañías que son contratadas para realizar estos trabajos, sin que los representantes de Conagua supervisen lo que hacen al recibir una parte de la venta de material.
Pero gracias a esto la vida de los menores de edad se ha ido en las aguas de los ríos Bobos y María de la Torre, donde todos culpan a los menores de edad por meterse al agua sin saber nadar.
Pero nadie culpa a la Conagua por no supervisar los trabajos que realizan sus contratistas, debido a que es triste que en menos de 15 días cerca de cinco menores de edad hayan perdido la vida y quienes realizan los pésimos trabajos sigan haciendo de las suyas en los ríos de la región, solo poniendo en riesgo a los pobladores y turistas.
Por lo que ahora quién sancionará a la Conagua por estos pésimos trabajos y quién le regresará la vida a estos menores de edad que estaban en su pleno desarrollo y truncan una vida de grandes promesas, quién le regresará a esos padres la felicidad de ver a sus hijos ser alguien en la vida, si personas sin escrúpulos los llevaron a perderla.
Es necesario que autoridades federales pongan un alto o una sanción a esta dependencia que en lugar de ver por el agua, los funcionarios ven por sus intereses sin importar quién esté de por medio.