* Sindicato está metiendo las manos
Juan Carlos Jiménez Benavídez
Tlapacoyan, Ver.- A pesar de las quejas de padres de familia ante medios de comunicación sobre diversas irregularidades que se han presentado al interior de la Escuela de Bachilleres Tlapacoyan, en donde señalan como responsable al director Ricardo Bello Patricio, ahora también se sabe que están metidas las manos del sindicato (Sindicato Unificador de los Trabajadores al Servicio del Estado y del Magisterio) en esta situación a través de la delegación sindical.
Por lo que ahora son los docentes quienes confirman la información que se ha publicado en este medio de información, quienes aseguran que se han dado diversas situaciones e irregularidades, todas estas relacionadas con dinero de manera desafortunada.
Siendo una de ellas donde se captan las colegiaturas a nombre del director, siempre han sido cuentas mancomunadas, en donde la sociedad de padres de familia es la principal responsable y los directores en turno solo se abocan a orientarlos más no a tomar atribuciones que no les corresponde, como la administración del dinero.
Además de que es cuestionable la manera en la que llegó a la dirección de la escuela, toda vez que se menciona que fue a conveniencia de la delegación sindical del SUTSEM, siendo designado por supuestas órdenes del secretario general, Ricardo Diz Herlindo.
Líder sindical que cuenta con una denuncia desde el pasado 1 de agosto del 2016, formulada por pensionados y jubilados contra líderes sindicales, esto por el mal uso que el Consejo Directivo del IPE dio al dinero de las pensiones.
Situación que es aprovechada para no tomar en cuenta a los docentes en las decisiones, siendo algunas veces decisiones bilaterales o trilateral, toda vez que entre dos o tres personas se decide el caminar de la institución desde hace algunos años que Bello Patricio llegó a la dirección de esta escuela.
Al grado de permitir que su nuera de nombre Betzabee “N”; también tomara atribuciones que no le correspondían en el tiempo que laboró en esta institución, siendo solapados todos sus actos autoritarios, déspotas y despectivos hacia los alumnos y al propio personal docente.
Pero esta situación ha rebasado los límites debido a que quien alza la voz en contra del director, delegado sindical y una persona que está dentro de la dirección, es considerado como enemigo y buscan a toda costa cansarlos para que pidan permisos o lleguen al grado de renunciar, aunque esto último no lo han logrado.
Por ello es que piden la intervención de las autoridades de la dirección general de bachillerato, quienes pareciera que no les importara la situación que se da en esta institución educativa o esperen que los padres de familia y docentes salgan a las calles a manifestar todas estas irregularidades.