PRIMERA PARTE
(Luis Hertz)
Nuestro Palacio Municipal y La arquitectura del Porfiriato (1877-1910)
El programa de administración política del porfiriato sostiene la bandera del progreso como la máxima positivista que debe animar la marcha de la república; para lo cual, la necesidad de la modernización fue clave de este progreso y la infraestructura resulta fundamental, es así como se empiezan a construir caminos, el ferrocarril y los puertos. Y ante este panorama el historicismo de mediados de siglo, procuro mayor libertad combinatoria de los leguajes que caracterizaron a los diversos estilos artísticos.
La llamada paz “social” que dio lugar en este periodo, permitió a los inversionistas la formulación de proyectos cada vez más grandes y más costosos, así las fortunas acumuladas no solo en el sector privado sino también en el público, permitieron no solo la importación de técnicas constructivas de la moderna Europa si no también los materiales mismos. No solo el fierro aparece como novedad constructiva, también lo son los materiales de recubrimiento y acabado, los mármoles italianos, granitos nórdicos, bronces y vidrios; de la producción local se siguen utilizando el tabique de barro y las canteras suaves.
Es entonces a partir de 1867 que la Academia de San Carlos, se adapta a las nuevas tecnologías cambiando su nombre por el de escuela Nacional de Bellas Artes, excluyendo de su programa de enseñanza a la ingeniería y se dedicó únicamente a la formación de artistas (pintores, escultores, grabadores y arquitectos).
Mientras tanto en nuestro pueblo, Don Luís Escobar Toledano inició la construcción del Palacio Municipal, en 1870 concluyéndose en 1890 y en 1926- 1928 se le agrego el torreón del reloj monumental, icono central de la fachada principal. Los trabajos de restauración del edificio que alberga al palacio municipal inician labores de restauración, la segunda quincena de junio de este 2018. Y tiene como principales conceptos los siguientes rubros:
LIMPIEZA Y RESTAURACIÓN DE SUPERFICIES
El restaurador deberá llevar a cabo todos los trabajos necesarios y que correspondan para la limpieza total de las superficies de los distintos elementos de la Labores, de acuerdo a las especificaciones del reglamento municipal de construcciones y restauración de monumentos. Las superficies de mampostería revocada se limpiarán mediante hidrolavado, rasqueteado, lijado y/o cualquier otro método apropiado para eliminar la pintura floja hasta llegar al revoque o a capas de pinturas viejas fuertemente adheridas. En caso del empleo del sistema por hidrolavado, el mismo consistirá en un spray de agua a presión controlada según el estado de solidez del revoque. La presión de trabajo, el tamaño de abanico y la distancia de lanza, deben regularse para no dañar la superficie. El agua utilizada será limpia y libre de productos químicos o detergentes. Excepcionalmente la Inspección de Labores podrá autorizar el empleo de un detergente no-iónico en sectores localizados. Los restos de pintura que no hayan sido removidas con el hidrolavado, deberán ser rasqueteados a mano. En caso de existir manchas negras, originadas por los gases de combustión de los vehículos, deberán ser tratadas a base de productos saponificables, mediante la utilización de un agente complejante para facilitar su remoción. Es importante tener en cuenta que ese agente es capaz de atacar el calcio del revoque, por lo que mal aplicado, puede provocar la disolución del sustrato, daño que sería irreversible. Bajo ningún concepto se admitirá la remoción de partículas mediante golpes con herramientas mecánicas, en la medida que impliquen una agresión a las superficies. Para la eliminación de malezas, vegetación parásita y otros que han crecido alterando algunos de los elementos de la Labores, se utilizarán herbicidas de acción total. En todos los casos se seguirán las instrucciones del fabricante. Los cortes y retiros de los vegetales secos, deberán realizarse conjuntamente con la consolidación de los elementos afectados. Para el corte se utilizarán las herramientas adecuadas y no se admitirá que sean arrancados.
Reparación de grietas, fisuras y microfisuras Reparación de grietas, fisuras y microfisuras Se deberá restablecer la continuidad y cohesión de los muros del edificio mediante la eliminación de grietas, fisuras y microfisuras existentes tanto en la mampostería como en los revoques. A los efectos de esta especificación se entiende por FISURA cuando la separación de labios de la mampostería esté comprendida entre 1 y 3 mm, y GRIETA cuando supera esta última medida. Para el sellado de grietas, se deberá retirar el material flojo de los bordes, tratando de no golpear ni arrastrar partes del material firme. Posteriormente se procederá a limpiar el interior con cinceles livianos, ganchos metálicos, brocha de fibra vegetal o soplete de aire a presión (entre 3 y 5 kg/cm2), hasta lograr la completa eliminación de las partículas de polvo. Para el relleno de las grietas, previamente habrá que humedecer los paramentos, facilitando la adherencia del nuevo material. Con el mortero oreado se quitarán los moldes hasta 5 mm de profundidad y se terminará con mortero similar al enlucido o superficie de acabado natural. Reparación de revoques Reparación de revoques El Restaurador procederá a realizar conjuntamente con la Inspección de Proyectos Especiales un análisis del estado en que se encuentran los revoques existentes. Los mismos serán explorados exhaustivamente por medio de percusión, con golpes suaves sobre la superficie, ejecutados con los nudillos de los dedos. Conocido el grado de solidez, compacidad y anclaje al soporte, se determinará cada uno de los sectores a intervenir y el tipo de trabajo a realizar. Cuando se trate de revoques que contengan formas y/o elementos decorativos, se procederá a restaurarlos y consolidarlos.
La consolidación se hará sólo en paños decorativos, como almohadillados, dada la dificultad de su replicación. La tarea se hará mediante inyecciones de resinas disueltas en agua (PRIMAL o resina similar), realizando perforaciones que calen el revoque de manera que la solución permee en una superficie adecuada de anclaje, de ser posible superponiendo las áreas inyectadas. La solución se inyectará mediante jeringas o elementos similares, en orificios de no más de 6 mm, realizados en ángulo para evitar que la solución derrame hacia el exterior. En los revoques planos que se vean polvorientos o degradados, y que sean riesgosos o trabajosos de consolidar, la Inspección podrá ordenar su total remoción, previo relevamiento de la forma, espesor y decoración.
Una vez consolidados los revoques y retirados los más inestables y degradados, se revocarán los faltantes. La restauración no deberá evidenciarse una vez pintados los paramentos, por lo que se tendrá especial cuidado en la granulometría empleada. Los sectores a revocar se limpiarán esmeradamente eliminando las partes no adheridas y humedeciendo el paramento con agua. Antes de comenzar el revocado de un paramento, el Restaurador verificará el perfecto aplomado de los planos y el paralelismo de las mochetas o aristas, según corresponda. Los revoques nuevos no deberán presentar superficies alabeadas ni fuera de plomo, rebabas u otros defectos cualesquiera, y las aristas serán perfectamente rectas. En todos los tipos de reposición de revoques se emplearán morteros similares a los existentes en el área de trabajo. Los materiales a utilizar serán de primera calidad, de marca y procedencia reconocida. La arena deberá estar limpia, seca y libre de impurezas. Los morteros deberán prepararse en el lugar en recipientes adecuados. Los Laboresntes serán descartados al finalizar cada jornada de trabajo, no pudiéndose reutilizar al día siguiente. Los jaharros de base se ejecutarán con morteros constituidos por una (1) parte de cemento gris y cinco (5) partes de arena. Los enlucidos a la cal se ejecutarán con material preparado (fino a la cal) totalmente integrado, del tipo Stuko o calidad equivalente a juicio exclusivo de la Inspección de labores, con un espesor máximo en una capa de 3 mm. Las superficies que presenten evidencias de humedad de cualquier origen, deberán arreglarse picando el revoque existente llegando hasta el ladrillo y aplicando revoque impermeable de cemento y arena con hidrófugo químico inorgánico. El límite de la zona a intervenir será establecido por la Inspección de labores.