-Familiares y amigos acudieron a dar el último adiós
Por Juan Carlos Jiménez
La mañana de este viernes, partió el cortejo fúnebre de la casa ubicada en la calle Mina de la colonia El Rastrillo lugar donde era la morada de Lauro Ramos Reyes, un hombre que por muchos años brindó la mano a muchas personas y que el pasado 22 de agosto un infarto al miocardio acabó con su vida.
Su esposa Eva Olmos González, acompañada de sus hijos Lauro, María Elena y Jorge, partieron a la misa de cuerpo presente y llevaron ante el altar de la virgen de Guadalupe en la iglesia de El Cerrito el cuerpo de Lauro Ramos Reyes para recibir la última bendición en punto de las 9 de la mañana.
Amigos y demás familiares conformaron el cortejo fúnebre que minutos antes de las diez de la mañana salieron con dirección al panteón de Dolores acompañados de música norteña que tanto le gustaba a Lauro Ramos.
También fue acompañado por el padrino de la cruz, quien fue un gran y entrañable amigo, don Nahúm Medina García y su señora esposa Noemí Bello de Medina, quienes mantienen una gran amistad con la familia Ramos Olmos.
Minutos antes de ser depositado en su última morada, Lauro Ramos Olmos, dirigió unas palabras a todos los asistentes agradeciendo su presencia y recordando las palabras con que nunca se quitaba de su vocabulario su señor padre, “Poca Churria”, dándole así el último adiós, porque ahora ya está al lado del Creador.
