COMUNICACIÓN SOCIAL
La alcaldesa Ofelia Jarillo Gasca se ha propuesto rescatar el turismo rural de este municipio, y a través del departamento de parques y jardines, así como alumbrado público llevan a Cabo importantes trabajos de reactivación en la zona donde se encuentra el árbol de la Pochota considerado como el árbol del “Bicentenario”.
La presidenta municipal, Ofelia Jarillo Gasca está dando claras muestras de mejorar las condiciones en zonas donde hay bellezas naturales, esto previo a las vacaciones de Semana Santa a realizarse en el mes de abril. Con esta acción las estrategias de exposición turística serán útiles para que la Secretaría de Turismo voltee a ver a Tlapacoyan, un municipio que cuenta con unas riquezas naturales como las Cascadas de Tomata y El Encanto.
La Pochota es una de las especies arbóreas, más común de los bosques tropicales de nuestro país, se distribuye desde México hasta Sudamérica. La Pochota o Ceiba llegan a medir hasta 30 metros de altura dependiendo de las condiciones climáticas y del tipo de suelo. La Pochota que crecen en selvas bajas son ejemplares muy corpulentos y no más de 25 metros de altura con diámetros del tronco mayores de 2 metros.
Este ejemplo que creció en las tierras de la ex hacienda del Jobo tiene más de 2 siglos de existencia, si La Pochota nos pudiera platicar ¿De qué nos hablaría?, tal vez de las diferentes aves, que han utilizado sus ramas, para construir sus nidos; de las iguanas que sigilosamente caminan en sus ramales en busca de insectos: víboras trepadoras buscando presas.
Desde su majestuosa altura, elevada en más de dos centenarios de vida, este hermoso árbol ha sido testigo mudo de muchas hazañas, gestas heroicas, incógnitas, de grandes amores y pasiones que nacieran y se cobijarán en su gigantesca sombra.
Cuentan nuestros abuelos: que durante muchos años, el árbol estaba cerca del camino real, por lo que en muchas ocasiones, pasaron mulas cargadas de mercancías y en otras de monedas de oro, y que como ahí se ocupaba para tomar un descanso, los bandoleros aprovechaban para atracar, cuentan también que una pareja de enamorados que se veían en las noches de luna llena a la sombra del majestuoso cómplice para jurarse amor eterno.
Él era un Capitán Insurgente y ella una Hermosa Hija de un hacendado de la región, en una ocasión que ella iba a reunirse con su amado lo encontró colgado del árbol, quizás algunos forajidos por robarle lo habían matado. Desde ese momento, se dice que en las noches de luna llena, después de las 12 de la noche, se aparece la hermosa mujer a suspirar y llorar reclamando la presencia de su amado.