-Madre desesperada no recibió adecuada atención en el Hospital de Tlapacoyan
Por Juan Carlos Jiménez
Una madre desesperada con domicilio en la colonia Blanca Espuma, quien tiene a una bebé que presenta insuficiencia renal esperando tener una adecuada atención médica en el Hospital de Tlapacoyan pero no ha sido así, en varias ocasiones ha sido regresada a su domicilio y siendo recetada únicamente con paracetamol.
La señora Nancy Jazmín Lozada Nava, quien dio a conocer la mala atención que ha recibido por médicos del área de urgencias del Hospital de esta ciudad, esto luego de acudir con su pequeña hija con una temperatura de 38.5 grados centígrados, tuvo que esperar más de una hora para ser atendida y solo recibir paracetamol.
Esto a pesar de que conocen el diagnóstico de la menor, no haciendo nada para recibir la atención necesaria o la canalización a un hospital de otro nivel y poder tener una mejor atención.
Por ello la diputada local Adriana Esther Martínez Sánchez, recibió la queja de manera directa de esta joven madre de familia, sobre la falta de atención que ha tenido, asegurando que se realizan las supervisiones necesarias hacia el Hospital de Tlapacoyan además de canalizar todas estas situaciones ante el secretario de salud del Estado.
Tras esta situación, la afligida madre pide también a las autoridades de salud del Estado que atiendan esta situación porque de verdad ha recibido un mal trato, al grado de que los médicos le han dicho que las ambulancias no son taxis para trasladar a su menor hija.
Esto luego de que ha solicitado el apoyo de paramédicos debido a que su hija le había subido la temperatura, considerando que la vida de la menor estaba de por medio situación por la que requirió el apoyo de la ambulancia pero al llegar al hospital los médicos le señalaron que eso no era de gravedad y que las ambulancias no eran taxis.
Por lo que únicamente recibió paracetamol para la temperatura a pesar de que los médicos conocen el estado de salud de la menor, por la referencia médica que llevaba, situación por la que la afectada considera que la vida de su hija no es para que la pongan a consideración, sino que le tuvieron que haber prestado el correcto servicio.