Por Juan Carlos Jiménez B.
A pesar de la contingencia sanitaria por la presencia del Covid-19, sin importar su edad ellos siguen en las calles, en las que se mantienen revoloteando los contenedores de la basura para pepenarla y sacar cuando menos 50 pesos diarios que les permitan sobrevivir junto con sus familias, quienes también se dedican a la mismo siendo ya un modus vivendi.
Son llamados pepenadores de basura reciclable que sin más herramientas que costales o bolsas de nailon y sus manos, salen en busca de todo aquello que pueda ser reciclado, ya sea aluminio, cartón o plástico PET que les ayude, asimismo a poder obtener unos pesos para sacar su día.
La señora María Luisa Ramírez Martínez, señala que la jornada puede comenzar a las 6 de la mañana, en algunos casos las rutas que toman van acorde al calendario de rutas que tiene el área de Limpia Pública para la recolección de basura, principalmente en la zona Centro de la ciudad.
Pero siempre con la idea de ganarle al camión, para que se lleve únicamente los desechos, pues los materiales reciclables ya fueron extraídos de las bolsas domiciliarias por los pepenadores, quienes realmente son personas desempleadas y que muchas de las veces cuentan con un mínimo o nulo nivel de estudios.
A pesar de no ser una actividad nueva o como los pepenadores la consideran “trabajo”, ha crecido considerablemente, a tal grado que algunas personas lo consideran como un negocio por quienes se dedican a la compra-venta de estos productos, aunque en estas fechas los ingresos no son los mismos debido a que no donde quiere se compra lo pepenado.
Esperando que esta situación pase pronto debido a que tras el cierre de varios comercios la cantidad de material que recolectan es menor y ello se refleja en los pocos ingresos que van generando de manera diaria siendo algunas veces de hasta 100 pesos pero desde que inició la contingencia sanitaria se ha reducido a los 50 pesos.