- Entre Rusia y Ucrania
YHADIRA PAREDES
XALAPA, VER.- La Arquidiócesis de Xalapa se sumó a la oración de consagración por la paz para Rusia y Ucrania, hecha por el Papa Francisco el pasado viernes desde Roma y replicada por todos los obispos del mundo, informó el vocero católico, José Manuel Suazo Reyes.
Y es que fueron los obispos de Ucrania quienes hicieron la solicitud al Papa Francisco para pedir el cese de la guerra entre esas dos naciones y para orar también por la paz del mundo.
Entre las expresiones hechas se encuentran “extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a perdonar. Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear.
En la oración también se deja claro que se ha perdido la senda de la paz y se han olvidado las lecciones de las tragedias del siglo pasado, traicionando los sueños de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes.
“¡Hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar la agresividad, suprimir vidas y acumular armas, olvidándonos de que somos custodios de nuestro prójimo y de nuestra casa común! ¡Hemos destrozado con la guerra el jardín de la tierra, hemos herido con el pecado el corazón de nuestro Padre, que nos quiere hermanos y hermanas!”
En esta consagración se solicitó a María que sus manos acaricien a los que sufren y huyen bajo el peso de las bombas; que su abrazo consuele a los que se ven obligados a dejar sus hogares y su país.
“El pueblo ucraniano y el pueblo ruso recurren a ti, mientras tu Corazón palpita por ellos y por todos los pueblos diezmados a causa de la guerra, el hambre, las injusticias y la miseria. Por eso, solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania”.
LLAMAN A LA FELIGRESÍA A RECONCILIARSE CON LAS FAMILIAS
En el cuarto domingo de cuaresma, el arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong, llamó a la feligresía a reconciliarse con dios, con las familias, los amigos y el mundo que le rodea, recordando la parábola del “Hijo Pródigo”.
Recordó que este relato habla de cómo se toma toda la herencia que Dios da, la salud, los dones las capacidades e irnos a despilfarrar en caprichos y romper con todos los vínculos y relaciones.
“Esa falsa felicidad a la que va el hijo rompe su relación con su padre Dios, con su familia, rompe con su relación a donde él pertenece, ¿qué es el pecado? qué otra cosa que ruptura en todas nuestras relaciones, rompemos con Dios, rompemos con la familia, con nuestros seres queridos, rompemos hasta con buenos amigos, rompemos con la iglesia, rompemos”.
Sin embargo, Patrón Wong recordó que en los momentos de mayor soledad la identidad como hijos de Dios nos hace retomar el camino hacia él.
“Cuando estamos lejos de Dios, de la reconciliación el padre llega, es por eso que en tiempo de Cuaresma sentimos que el padre llega, se aproxima, este el momento para hacer una buena confesión, una buena reconciliación, para prepararnos a vivir la pascua con una vida nueva y diferente y hacer una fiesta”.
En ese sentido, el arzobispo llamó a buscar la cercanía de Dios, de los sacerdotes, del arzobispo y de la Iglesia para reconciliarnos con Dios y con la familia, con nosotros mismos y establecer nuevos vínculos.
Asimismo, recordó que aquellos que están siempre cerca de Dios, no tienen más que disfrutar de todo lo que él les da.
“Aquí se descubre que muchas veces, cuando hacemos cosas buenas, cuando cumplimos los mandamientos de Dios, cuando nos creemos cerca de la casa del padre y sentimos que ha sido mucho el tiempo, se descubre que el corazón está muy lejos del corazón del padre”, dijo.