JUAN DAVID CASTILLA
XALAPA, VER.-
En México, al menos 700 mil niñas y niños no recibieron una o todas sus vacunas del Programa Nacional de Vacunación durante el año 2020, revelan cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un total de 23 millones de menores no recibieron sus vacunas infantiles en el mismo año por la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID-19).
El gerente médico en Sanofi Pasteur, Daniel Gregory López Rodríguez, indicó que durante 2020 las coberturas globales de vacunación fueron de 76.7% para tres dosis que protegen contra tres enfermedades: difteria, tosferina y tétanos.
“Enfermedades que son muy importantes y que en México la vacuna hexavalente, que se aplica a los dos, cuatro, seis y 18 meses, protege contra las mismas. Ese dato es muy importante porque los niños al no estar vacunados quedan vulnerables ante estas enfermedades que pueden complicar mucho las cosas y llevar a la muerte”, expresó.
El médico cirujano por la Universidad Justo Sierra, quien cuenta con la Maestría en Administración de Negocios (MBA en el área de Mercadotecnia por la Universidad Tecnológica de México), señaló que la vacuna hexavalente protege también contra otras enfermedades, como poliomielitis, hepatitis “B” y meningitis.
El especialista en Medicina Farmacéutica por la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional refirió que en países latinoamericanos, como Colombia, sí ha habido brotes de tosferina, donde murieron aproximadamente 50 años.
Asimismo, resurgieron 38 casos de difteria en Brasil, Colombia, República Dominicana y Haití, donde fallecieron 16 personas.
Se habla de que hay riesgo por el posible resurgimiento de poliomielitis en Latinoamérica, derivado de las bajas coberturas de vacunación.
En ese sentido, López Rodríguez pidió a las autoridades sanitarias y a las madres y padres de familia que refuercen los programas de vacunación.
REZAGO HISTÓRICO
Casi 23 millones de niños no recibieron las vacunas infantiles básicas administradas a través de los servicios de salud habituales a nivel internacional, la cifra más elevada desde 2009 y 3.7 millones más que en 2019.
Se habla de un retroceso importante en la salud infantil global, considerando que en el mundo actual la vacunación es una de las medidas de salud pública más efectivas, ya que reduce de forma significativa la morbilidad y mortalidad asociadas a diversas enfermedades infecciosas, especialmente en los niños.
En ese sentido, especialistas consideran que es necesaria la inmunización de menores frente a enfermedades graves como la difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis, haemophilus influenzae tipo B y Hepatitis B evitan de 2 a 3 millones de muertes y evitan la discapacidad de 750 mil niños cada año a nivel mundial.
Se calcula que las coberturas de vacunación para enfermedades como la difteria, tosferina y tétanos fueron del 76.76%, lo que representa una reducción del 7.7%.
Esta situación los deja en riesgo de contraer enfermedades que pudieran ser prevenibles.
Los médicos indican que una manera de mantener los esquemas de vacunación infantil actualizados es a través del uso de vacunas combinadas, es decir, de vacunas que contienen antígenos de dos o más microorganismos.
De acuerdo con el médico César Martínez Longoria, pediatra infectólogo y profesor clínico del Hospital San José TecSalud del Tecnológico de Monterrey, comentó que en México, la Cartilla Nacional de Vacunación incluye la vacuna hexavalente, la cual ofrece protección contra la hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, haemophilus influenzae tipo B y poliomielitis.
Los médicos y la misma OMS destacan la importancia de que los padres de familia actualicen el esquema de vacunación de sus hijos durante la pandemia, con el fin de protegerlos contra enfermedades que pudieran ser devastadoras.
INTERRUPCIÓN EN SERVICIOS DE SALUD
El rezago en la vacunación básica fue a causa de la interrupción en los servicios de salud rutinarios y las restricciones de movilidad derivados de la pandemia por COVID-19 que aún afecta a la población.
Hace poco se conmemoró la Semana Mundial de Vacunación, impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con la cual se busca llamar la atención internacional hacia la importancia de asegurar el acceso de la población a las vacunas.
Este año, el lema de la OMS fue “Larga vida para todos”, que se presenta como una ambición para la humanidad. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) también removió la Semana de Vacunación de las Américas.
Derivado de la disminución en las coberturas de vacunación, aumentó el riesgo de un resurgimiento de las infecciones prevenibles por vacunación es una realidad, entre ellas enfermedades como el sarampión –que había sido eliminado en las Américas en 2016–,la tosferina, la poliomielitis y otras que provocan una morbilidad y mortalidad significativas en los niños.
“Es lamentable la reemergencia de enfermedades prevenibles por vacunación debido a la baja en las coberturas de vacunación cuando enfermedades como la poliomielitis y la tos ferina son totalmente prevenibles a través de vacunas combinadas como la hexavalente, la cual ofrece protección contra seis enfermedades en cada inyección: hepatitis B, difteria, tétanos, tos ferina, haemophilus influenzae tipo B y poliomielitis”, indicaron especialistas.
CASOS DE SARAMPIÓN
La OMS recuerda que en México se dio un brote epidémico de sarampión. Entre el 1 de enero y el 2 de abril de 2020 se notificaron mil 364 casos probables de sarampión, de los cuales 124 se confirmaron por laboratorio, 991 dieron negativo para la enfermedad y 328 fueron sospechosos.
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta a personas vulnerables de todas las edades y sigue siendo una de las principales causas de mortalidad en los niños pequeños de todo el mundo, a pesar de que se dispone de vacunas antisarampionosas seguras y eficaces.
El virus del sarampión se transmite por vía aérea o mediante gotículas que provienen de la nariz, boca o garganta de las personas infectadas. Las manifestaciones clínicas iniciales suelen aparecer entre 10 y 12 días después de la infección e incluyen fiebre alta que habitualmente se acompaña de uno o varios de los siguientes síntomas: rinorrea, hiperemia conjuntival, tos y pequeñas manchas blancas dentro de la boca.
“Varios días después, aparece un exantema que se inicia en la cara y la parte superior del cuello y se disemina gradualmente en dirección caudal. Los pacientes son infecciosos en el periodo que abarca desde cuatro días antes de que se inicie el exantema hasta cuatro días después. No existe tratamiento antivírico específico contra el sarampión y la mayoría de las personas se restablecen en un plazo de 2 a 3 semanas”, detalla la OMS.
Además, en los niños que presentan malnutrición y las personas con una mayor predisposición el sarampión puede provocar complicaciones graves, por ejemplo, ceguera, encefalitis, diarrea grave, otitis y neumonía.
El sarampión se puede prevenir mediante vacunación. En los países que registran una baja cobertura vacunal habitualmente se producen epidemias cada dos a tres años que por lo general duran entre dos y tres meses, aunque la duración puede variar en función del tamaño de la población, el hacinamiento y el estado inmunitario de la población.