Juan David Castilla
Xalapa, Ver.- Un total de 207 niñas, niños y adolescentes fueron víctimas de homicidio en el estado de Veracruz, durante el año 2021.
De acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), se contabilizaron 101 decesos en accidentes de tránsito, 46 asesinatos con arma de fuego, siete con arma blanca y 53 con otro elemento.
De 2015 a 2021, se reportaron mil 771 homicidios de infantes en la entidad, siendo 384 cometidos con arma de fuego, 59 con arma blanca y 742 con otro elemento.
En el mismo periodo se registraron 555 feminicidios de niñas y jóvenes de entre cero y 7 años: 36 con arma de fuego, 41 con arma blanca, 443 con otro elemento y en 35 casos no se especificó.
De enero a septiembre de este año, se contabilizaron 627 homicidios con arma de fuego contra niños y jóvenes, de entre cero y 17 años de edad, en la República Mexicana.
Se trata de 103 mujeres y 524 hombres, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
AUMENTAN CASOS EN EL PAÍS
De enero de 2015 a septiembre de 2022 se registraron 5 mil 430 homicidios por arma de fuego contra la niñez y la adolescencia: 871 mujeres y 4 mil 559 hombres.
En el mismo periodo, se habla de 649 feminicidios de niñas y adolescentes, menores de 17 años.
Un total de 12 feminicidios por arma de fuego hacia mujeres de cero a 17 años se reportaron en el país, de enero a septiembre de 2022.
La Redim considera muy grave que hayan ocurrido 6.7 homicidios de niñas, niños y adolescentes al día, de enero de 2019 a septiembre de este año.
“Niñas, niños y adolescentes son víctimas de múltiples violencias que afectan el desarrollo de vida, pero además son afectados por la permanente omisión de los Estados y sus instituciones”, indica la organización.
Además, señala que el país carece, en la actualidad, de programas de políticas públicas que puedan proteger a las infancias y prevenir la violencia.
VIOLENCIA CONTRA NIÑAS
De enero a diciembre de 2020, el SESNSP registró 10 mil 704 casos de mujeres víctimas de delitos de entre 0 y 17 años de edad.
Esta cifra es inferior a la que se registró en 2019, en el mismo periodo (11 mil 957 casos); sin embargo, 2019 había sido el año con más delitos registrados contra mujeres de 0 a 17 años desde 2015.
Los registros habían disminuido significativamente a partir de la fecha en que inició la Jornada Nacional de Sana Distancia (23 de Marzo); no obstante, desde mayo hasta septiembre los delitos contra mujeres de 0 a 17 años incrementaron a nivel nacional.
Aumentó la corrupción de menores (mil 270 casos en 2020), la extorsión (103 casos en 2020), las lesiones (4 mil 162 casos en 2020), el rapto (108 casos en 2020) y la trata de personas (203 casos en 2020). En total, 65 mil 640 delitos contra mujeres de 0 a 17 años han sido registrados desde enero de 2015 hasta febrero 2021.
Las mujeres son más afectadas por los delitos de feminicidio, rapto, trata de personas y corrupción de menores.
CONSECUENCIAS POR VIOLENCIA
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) indica que la violencia contra las niñas y los niños incluye la violencia física, sexual y emocional, así como el abandono y la explotación de menores de 18 años.
La violencia contra las niñas y los niños puede ocurrir en el hogar y en la comunidad. Puede ser perpetrada por cuidadores, compañeros o extraños.
Los tipos de violencia incluyen el maltrato infantil por parte de adultos en un puesto de responsabilidad, el acoso y las peleas físicas entre pares, la violencia sexual y la violencia en el noviazgo, así como el asalto asociado con la violencia entre pares y pandillas.
La violencia contra los niños se solapa con la violencia juvenil. Puede comenzar entre los grupos de edad más jóvenes, luego escalar y continuar hasta la edad adulta.
La violencia tiene graves consecuencias para la salud y el bienestar de las niñas y los niños, y sus comunidades. Puede resultar en la muerte, incluidos los homicidios de niños y jóvenes.
COSTOS SOCIALES
La violencia también se ha relacionado con una serie de problemas de salud física, sexual, reproductiva y mental, incluido el deterioro del desarrollo social, emocional y cognitivo, lesiones y problemas de salud a lo largo de sus vidas, así como la adopción de conductas de alto riesgo como fumar, abuso de alcohol, drogas y sexo sin protección.
Los costos sociales y económicos de la violencia son altos y a menudo para toda la vida, incluido el bajo rendimiento escolar, un mayor riesgo de desempleo y pobreza, así como una asociación a la pertenencia en pandillas o crimen organizado.
La violencia contra las niñas y los niños se puede prevenir. Esto requiere un enfoque multisectorial que aborde los determinantes sociales de la violencia. La salud no es el único sector, pero es importante.
La función del sector de la salud incluye ayudar a identificar el abuso en etapas muy tempranas, brindar a los sobrevivientes el tratamiento y el apoyo necesarios y derivar a las niñas y los niños a servicios esenciales en otros sectores.
En colaboración con otros, el sector de la salud también debe trabajar para evitar que se produzca violencia. Hay oportunidades para intervenir temprano y así reducir la carga de la violencia en la Región, por ejemplo, integrará la prevención de la violencia en esfuerzos más amplios para mejorar la salud y el bienestar de las niñas y los niños o adolescentes.
A nivel mundial, uno de cada dos niñas y niños de entre 2 y 17 años sufre algún tipo de violencia cada año. Según una revisión global, se estima que el 58% de las niñas y los niños en América Latina y el 61% en América del Norte sufrieron abuso físico, sexual o emocional en el último año.
Según un análisis de la Unesco, el 38% de los estudiantes del Caribe y el 26% de los estudiantes de Centroamérica informaron estar involucrados en una pelea física.
El mismo análisis afirma que el 32% de los estudiantes en América del Norte y el 30% de los estudiantes en América del Sur informaron haber sido acosados.
La violencia cuesta la vida de cientos de jóvenes en la Región de las Américas. Los homicidios son una de las principales causas de muerte de niñas, niños y jóvenes, en particular de hombres y niños de 15 a 24 años en las Américas.
La evidencia muestra que existen varias mejores opciones para prevenir la violencia contra las niñas y los niños, adolescentes y jóvenes. En colaboración con socios, la OPS co-desarrolló INSPIRE: Siete estrategias para poner fin a la violencia contra los niños, un paquete técnico basado en evidencias que resume lo que funciona para prevenir y responder a dicha violencia.