El programa Ningún niño sin zapatos que arrancó Miguel Ángel Yunes dejó de lado a cinco menores, que a pesar de estar descalzos o con calzado viejono recibieron ningún apoyo
“No estamos en la lista, por eso no nos dieron. Ya fuimos a pedir, pero no nos tocó nada”, dijo uno de ellos
Rodrigo Barranco Déctor
Boca del Río
Descalzos o usando chanclas y crocks, un grupo de niños de la colonia Ampliación Miguel Alemán observaban con recelo cómo sus vecinos recibían tenis nuevos de manos del alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez.
Los cinco pequeños caminaron entre los invitados, brincaron y corrieron entre la tarima de honor y el micrófono donde hablaron los ediles. Nadie los fumó, ninguno de los funcionarios se dio cuenta de las condiciones en las que caminaban a pesar de tratarse de un acto denominado Ningún niño sin zapatos.
El Ayuntamiento de esa ciudad invitó a familias de escasos recursos económicos al Dren B, en la Venustiano Carranza, para arrancar el programa benefactor que busca que los menores no sufran por falta de zapatos.
El lugar es uno de los más marginales de la zona conurbada, rodeado de asentamientos irregulares, casas sin drenaje ni agua potable y en pobres condiciones de salubridad.
Ahí, el Presidente Municipal inició la entrega de más de 100 tenis marca Collec, hechos de lona y galvanizados en su suela de hule, que imitan modelos de otras firmas como Vans o Convers. La meta, según se informó, es que este 2014 se entreguen más de 12 mil pares.
Sin embargo, tal vez por ser el primer día, cinco niños no obtuvieron el beneficio, siguieron su andar con sus chanclas desgastadas, sus crocks chuecos o descalzos.
“No estamos en la lista por eso no nos dieron, ya fuimos a pedir pero no nos tocó nada”, señalaba uno de los menores que sin lamentarse se fue a jugar, con el resto, a los columpios que hace meses colocaron en el Dren B.
Marisela Guadalupe Vargas López, tiene cerca de 60 años, vive en la avenida Ejército Mexicano de la colonia Ampliación Miguel Alemán, acudió al evento para tratar de hablar con las autoridades sobre la regularización de las escrituras de su vivienda.
Ella cuida de los cinco niños que clamaban por un par de tenis nuevos; no son sus hijos, desde hace más de 20 años ayuda a sus vecinas a cuidar a los niños para que puedan ir a trabajar.
A cambio, le ayudan con algunos gastos para la comida y así ha sobrevivido: “los primeros que cuidé ya hasta se casaron pero me recuerdan, viven en Coahuila o Tijuana pero me recuerdan, me dicen tía”.
La mujer dijo que los menores querían zapatos nuevos cuando vieron que estaban regalando pero al acercarse le dijeron que no, porque primero tenían que anotarse, con días de anticipación, en una lista.
“Nosotros no tenemos tiempo para andar en asambleas o juntas como luego piden, por eso no sabía que teníamos que estar anotados para que nos dieran los zapatitos”, lamentó Marisela, al tiempo que corría a cuidar a los niños a cargo que seguían jugando en los columpios.
Al finalizar el evento oficial, el alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez, aseguró que ningún niño se quedará sin zapatos y pidió a las familias que vayan a anotarse a los módulos del DIF para que en un futuro puedan acceder a ese y otros programas.