29 de Diciembre de 2025
 

Carta en respuesta a las acusaciones de mi hija Verónica Velázquez Yunes

Me apena que por primera y única vez en mi vida tenga que hacer pública una aclaración de algo totalmente personal y privado.

Después de los graves alcances de mi hija Verónica Velázquez Yunes desde hace un año cinco mese, fecha en que murió mi esposo, ella inició una lucha incansable a costa de todo por obtener los bienes inmuebles que a través de muchas décadas fuimos construyendo con esfuerzo y sacrificio mi esposo y yo, los cuales hoy están bajo mi custodia y posesión. Sin embargo, derivado de las últimas declaraciones ante los medios me veo en la penosa necesidad de dar a conocer la verdad de sus ataques fuera de toda moral, decencia, ética, pudor y respeto a su madre, a su hermano y a su familia por el deseo de obtener lo que hoy no le corresponde.

Lamento el intento de mi hija Verónica Velázquez Yunes por presionarme difamando a su hermano Juan Manuel Velázquez Yunes por todos los medios, primero con la familia tanto Velázquez como Yunes, después con todos sus amigos, después en su trabajo con sus compañeros y superiores; involucrándolo en algo que no es de su incumbencia. Ella sabe que busqué en varias ocasiones hablar con ella con respeto para solucionar esto en diferentes lugares sin encontrar una solución positiva y hay muchos testigos de calidad de esto.

Yo le he pedido a mi hijo Juan Manuel Velázquez Yunes que por la memoria de su padre, por respeto y cariño a mi, así como a su familia Velázquez y Yunes no conteste ni tome actitudes que dañen el prestigio que tanto nos ha costado consolidar durante años.

Juan Manuel Velázquez Yunes no ha despojado de nada a su hermana porque ella no ha tenido la posesión de ningún bien. Las propiedades las tengo yo en mi posesión y pueden verificar legalmente que todas las propiedades que su padre y yo hicimos ahí están. Y mi hijo tampoco puede despojarla porque tampoco tiene la posesión de ninguna propiedad. Todas las propiedades siguen ahí a nombre de mis hijos, las mismas y en la misma administración legal a mi cargo y autoridad y así seguirán hasta mi muerte. Lo que si es verdad es que desde que su padre enfermó a petición de mi esposo y mía, él ha pagado el cuidado y mantenimiento de esas propiedades, sin que mi hija Verónica mostrara ninguna responsabilidad, ni interés por ellas, hasta ahora que ya apareció diciéndose despojada.

Como lo expresó mi hija en sus declaraciones: a ella no le importa lo que pase en Veracruz, ella vive en Puebla, olvidando que toda su familia sí vive, quiere y despende de Veracruz. Y que los bienes que la han hecho desconocer y perder todos los principios se encuentran en Veracruz. 

Ahora que  murió su padre, su hermano y yo le propusimos trabajar para hacer producir lo que teníamos juntos,  a lo que rotundamente expresó que no estaría en Perote jamás, que primero muerta, sin importarle que me quede sola, que estoy enferma, que ella es mi única hija y que sus hijos son mi adoración, manifestándome que yo para ella ya estaba muerta, que ya me había enterrado. Dejando a un lado la situación que yo estaba pasando de perder a mi esposo y a mi hermano en tan poco tiempo, yo necesitaba superar mi duelo y ella sabía que la necesitaba, encontrando únicamente su interés material.

Me sorprende mucho que Verónica tenga el descaro de mentir tanto y salir a los medios como la víctima abusada y oprimida cuando ella sabe que ha llevado una vida cómoda, sin obligaciones ni compromisos, siendo apoyada en todo momento por nosotros, dejando a un lado la gran unión y cercanía que teníamos como familia.    Acudir con tantos medios y escribirle al Presidente de la República, al Presidente del Senado, a la Presidenta del Congreso, etc., etc., etc. Hace dudar a todos los que lo leen, con qué clase de gente vive, que sólo han querido perjudicarla.   Y en vez de madre me siento un monstruo. Es falso que está sola y desamparada como dice, ella vive en una casa la cual también es usufructo vitalicio a mi favor y tiene una casa a una cuadra de ahí que le dejó su ex esposo para vivir, la cual convirtió en locales comerciales los cuales actualmente renta.     Es por eso que no pensé  que llegara a tanto sin valorar  nuestro apoyo. Me equivoqué. Cometí el grave error de pensar en voz alta y comentarle que quería darles en vida las propiedades a cada uno para que las aprovecharán y las utilizarán jóvenes, pero eso sirvió para que ella iniciara una pelea en contra mía y ahora en contra de su hermano.

Me molesta leer que ella expresó que lo que tiene mi hijo Juan Manuel es por usufructo de los bienes de su padre, sabiendo ella perfectamente que hijo ha trabajado desde muy joven de manera ininterrumpida y constante lo que le ha permitido tener lo que ahora tiene y permitiendo también que nosotros sus padres y su hermana y los hijos de su hermana hayamos sido beneficiados con muchas acciones buenas, que sin duda ella   tiene muy presentes. Además de que él ha sido un apoyo importante para ayudarme a cuidar y mantener mis bienes que están siendo complicados por mi hija a quien no le importa de dónde se mantienen en condiciones o de dónde me mantengo yo y de donde tengo toda la atención médica por lo delicada que me encuentro. Como también me entristecen sus declaraciones de que Juan Manuel la ha agredido físicamente a ella,  a sus hijos y a su abogado porque estoy segura que hasta sus hijos y su abogado reprueban tal mentira, ya que todos los que la conocemos sabemos que es uno más de sus inventos y veo hasta donde ha llegado la mala actitud de mi hija.

También es de descartar que desde el día en que murió su papá, no estuvo presente en ningún acto luctuoso,   presentándose días después a reclamar su herencia y a iniciar una corriente de desprestigio, calumnias y difamaciones en contra nuestra en todos los escenarios que ha encontrado.

Responsabilizo a mi hija totalmente del daño físico, emocional y moral que me suceda, ya que ella sabe de mi estado de salud tan delicado y ella ha sido causante del deterioro evidente de mi salud por sus continuas acciones negativas y destructivas. Sabe de los grandes corajes que ha hecho pasar y lo que me están afectando.

No hay nada que esconder,  ni de que preocuparse, únicamente  que está destruyendo lo más valioso de la vida que es la familia. Todos los bienes están ahí  y ahí estarán hasta que yo muera o hasta que mi hija se presente en forma correcta y respetuosa.

 

Emilia Yunes, viuda de Velázquez


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