*Las personas llevan a cabo estas acciones por “diversión” o pasatiempo, asegura coordinadora de Animal Fest
*Falta educación para inhibir la problemática
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
El desmembramiento de perros y gatos ha sido detectado en colonias de la periferia de Xalapa.
Así lo denunció la coordinadora de Animal Fest, Guadalupe García Loyo, quien añadió que las personas llevan a cabo esas acciones por “diversión” o pasatiempo.
"No es tanto en la zona centro, sino en la periferia de Xalapa. Hemos detectado que matan perros por diversión, como que la gente tiene la creencia que maltratar a un perro o un gato no les pasa nada, no sienten".
Con la última reforma al Código Penal del Estado de Veracruz fue adicionado el Capítulo I BIS, que tipifica como delito el maltrato o crueldad contra animales.
"Se ve mucho que ya mataron un perro por acá, ya mataron a otro gato por allá. Falta muchísima cultura animal de Xalapa. Más que nada hace falta educación, tal vez a los grandes ya no se les pueda educar mucho”, expresó la defensora de animales.
El 19 de junio de 2014, los diputados de la LXIII Legislatura del Estado aprobaron acciones privativas de libertad y pecuniarias a quienes lastimen o den muerte a animales.
Éstas otorgan de seis meses a dos años de prisión y exigen multas de 50 a 100 días de salario mínimo a quien cause sufrimiento o heridas a un animal. En caso de causarle la muerte, será acreedor a tres años de prisión o una multa de 200 a 400 días de salario mínimo.
“A las próximas generaciones debemos enseñarles que los animales sí sienten y que si todos hacemos algo, esa ley de protección será innecesaria; sea gato, sea perro, sea caballo, sea culebra, sea lo que quieran".
Cabe recordar que la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Veracruz fue creada y entró en vigor a finales del mandato de Fidel Herrera Beltrán (2005-2010).
La Ley número 876 fue publicada en la Gaceta Oficial del Estado, el viernes 5 de noviembre de 2010.
Existen pocos procesos legales en el estado al respecto, toda vez que no existe una cultura de la denuncia y, en la mayoría de los casos, el Ministerio Público no las recibe por desconocimiento.