- Piensa que su hijo está recluido en una cárcel e incomunicado.
Juan David Castilla Arcos
Xalapa, Ver.- “A mi hijo lo pudiesen tener en una cárcel clandestina, incomunicado, como hacen con tanta gente inocente”, declaró Adela de Anda Paz, integrante del Colectivo por la Paz de Xalapa.
El hecho de que su hijo pudiera estar recluido en una cárcel de ese tipo nutre y alimenta su esperanza por verlo con vida, después de cuatro años que ha estado en calidad de desaparecido.
Carmelo Cervantes de Anda fue visto por última vez el 3 de agosto de 2012 en la colonia Ferrer Guardia.
El joven de 24 años, en aquel entonces, había recogido a uno de sus amigos en la Central de Autobuses de Xalapa (CAXA) para “darle un aventón” a su casa, ubicada en el barrio de San Bruno.
Su madre cree que elementos de la Policía Estatal, Ejército Mexicano o de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) estuvieron involucrados en la desaparición forzada.
“Lo va a dejar, dan unas vueltas en el carro de mi hijo y luego suben a su departamento. Se sabe que un vecino avisó al Ejército Mexicano y la Marina, que en ese departamento siempre olía a droga, entonces llegan los militares, no sabemos si eran de la Marina o la Policía, y los bajan”, relata la señora con tristeza.
Sin orden de aprehensión o de cateo, los encargados del orden irrumpieron en el departamento del amigo de Carmelo, a quien golpearon hasta dejarlo tendido en el piso.
“Al amigo de mi hijo lo golpean, lo dejan, pero a mi hijo se lo llevan con todo y su carro y desde entonces no sé nada de él. Quiero que me digan qué hicieron con él, si lo entregaron a un grupo del crimen organizado o dónde lo tienen”.
“En la mañana, Loret de Mola dijo que hay un Guantanamito en Juárez, Chihuahua, y que ahí tienen a más de 200 presos que no están identificados, que no tienen registro, que han estado en otras cárceles, yo tengo la esperanza de que mi hijo esté así en algún lugar”, relata la madre con un nudo en la garganta.
Doña Adela nunca recibió llamadas telefónicas de delincuentes que le exigieran cierta cantidad de dinero para liberar a su hijo y, por ello, cree que Carmelo aún pudiese estar con vida.