- Se trata de mano de obra no calificada que antes pasó por el Ejército y la Policía estatal y municipal.
AVC Noticias
Xalapa, Ver.- La delincuencia organizada en Veracruz se constituyó a partir de la migración de hombres del campo a las ciudades, que al llegar ahí, por tratarse de mano de obra no calificada, ingresaron al Ejército, ahí desertaron y se insertaron a la Policía estatal y municipal, para más tarde ser captados por el crimen.
En entrevista, el investigador del Instituto de Investigaciones y Estudios Superiores Económicos y Sociales (Iieses) de la Universidad Veracruzana (UV) Rafael Vela Martínez, dijo que en el afán de combatir al crimen organizado, las autoridades lo primero que deben hacer es invertir en el campo y frenar la migración de mano de obra productiva.
“Hay una fuerte migración que no ha querido aceptar el Gobierno del estado, un fuerte flujo migratorio del campo a la ciudad. De hecho, el origen de la delincuencia organizada tiene que ver con esto, porque se genera, digamos en términos marxistas, un ejército industrial de reserva para el crimen organizado”, dijo.
El académico expuso que en Veracruz el crimen organizado surgió a partir de las deserciones de militares que más tarde se convirtieron en policías, y no por bandas o pandilleros.
“La delincuencia organizada, por lo menos en nuestro estado, no surgió de las bandas ni de las pandillas de jóvenes, de chavos; el crimen organizado salió de las mismas instituciones de seguridad pública, de las policías municipales, de ahí empezaron a emigrar y por eso saben perfectamente cómo actúa el gobierno, porque de ahí vienen”, detalló.
Al llegar las personas del campo a la ciudad, en la primera actividad que se pueden vincular, porque son mano de obra no calificada, es la policial.
Ahí, dijo el investigador aprenden a manejar las armas, algunas estrategias que tienen que ver con las cuestiones militares. Después sus hijos a menudo también se integran a las corporaciones, o al Ejército.
“Se meten al Ejército en el nivel más bajo y aprenden estrategias de guerra, guerrillas y con un ingreso sumamente bajo. Esas personas son las que en gran medida están alimentando toda la estructura delictiva en el estado de Veracruz”, resaltó.
Mencionó que de la pobreza pasan al Ejército y después a las estructuras de Seguridad Pública de los estados, o a las policías municipales; de ahí es muy fácil el brinco hacia el crimen organizado, ya manejando armas estratégicas y tácticas de combate. En ese contexto, el crimen organizado les ofrece mayores recursos e ilusiones.
Al participar en el Coloquio Veracruz: Crisis, alternancia y resistencias, organizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, el académico sostuvo que este éxodo migratorio no ha terminado, porque la fluidez de personas continúa, “lo podemos ver en Xalapa, con esta gran miseria en colonias de la periferia”.