11 de Abril de 2025
 

Iglesia excomulga a la Ley de Convivencia

 

 

Arquidiócesis pide a diputados legislar desde la perspectiva moral y no sólo desde la curul para satisfacer intereses clientelares

 

La sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio entre hombre y mujer, argumenta

 

Guadalupe López Espinosa

Xalapa

 

Con relación a la Iniciativa de Ley de Sociedad de Convivencia, la Arquidiócesis de Xalapa pidió a los diputados locales no resolver las cosas desde el autoritarismo o el abuso de poder, porque el pueblo los ha designado para representar su causa, sus valores y demandas, y no para dejarse llevar por modas ni para cuidar exclusivamente los objetivos particulares de sus partidos, que en ocasiones se mueven por intereses clientelares.

Así lo manifestó ayer la Iglesia católica a través de un comunicado dirigido al Congreso del Estado, el cual está analizando la propuesta en cuestión, presentada por el diputado del Partido Movimiento Ciudadano (MC), Cuauhtémoc Pola Estrada.

 

En este sentido, la Arquidiócesis recordó que en el año 2009 fijó su postura respecto a la ley aprobada en el Distrito Federal para permitir el “matrimonio” entre personas homosexuales y la adopción de niños por parte de estas parejas. “Hemos manifestado que iniciativas como éstas minan las bases de la familia y buscan redimensionar la institución del matrimonio”. 

Asimismo, destaca que la Iglesia, siendo consecuente con su naturaleza, misión, filosofía y cosmovisión de valores, vuelve a manifestar su total desacuerdo contra la propuesta, “porque sostenemos que el matrimonio no es una unión cualquiera entre personas humanas. Ha sido fundado por el Creador, que lo ha dotado de una naturaleza propia, finalidades específicas y propiedades esenciales”. 

Abunda el documento que la sociedad debe su supervivencia a la familia fundada sobre el matrimonio, pues el hombre y la mujer, dentro de la familia, ejercen un rol procreativo y un rol educativo.

“Una unión homosexual cambiaría radicalmente lo que hoy entendemos por familia: padre, madre e hijos, por lo que la consecuencia inevitable del reconocimiento legal de las uniones homosexuales sería la redefinición del matrimonio, es decir, la transformación de las relaciones familiares en simples relaciones socio-asistenciales o sexuales, produciendo un impacto negativo en el ecosistema de la familia conyugal”, explica. 

Menciona también que el matrimonio y la familia son valores que la humanidad ha apreciado por siglos, por lo que van más allá de una religión.

Asimismo, señala que al permitir la adopción se estaría negando al niño la experiencia de la maternidad y de la paternidad, además de que no se estarían brindando los componentes necesarios para su desarrollo psico-afectivo.

Al respecto señala que en los principios de la adopción no se busca un niño para un hogar, sino que se encuentra una familia para ese niño; por ello, la adopción debería ocuparse del bien y de la educación de los niños, y no de los supuestos derechos de quienes deseen adoptar. 

Por otra parte, la Arquidiócesis aclara que oponerse a esta legislación no es discriminar y que su posición es consecuente con el sistema de pensamiento que los lleva a reconocer el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.

Y es que señala que estas uniones no se pueden considerar matrimonios, pero con todo, “si hay personas que quieren vivir así, está justificado que el Estado regule algunos aspectos y algunas consecuencias de esa convivencia, pero no se puede equiparar con el matrimonio”.

En su llamado a los legisladores, la Iglesia católica señala que el encargo que el pueblo les ha confiado, así como la altísima dignidad de su servicio, les exige prepararse mejor para debatir y legislar sobre temas que tienen profundas implicaciones morales, y en este caso se trata de temas que hay que analizar de una manera interdisciplinar y no simplemente a partir de la curul, desde la cual no se infunde la ciencia y la conciencia necesarias para legislar sobre temas tan apremiantes.

Para finalizar, puntualiza: “Lo que necesitamos de nuestros legisladores son iniciativas y reformas que logren abatir el desempleo, la pobreza y la inseguridad que se han convertido en los principales flagelos del presente”.

 

Firma el comunicado José Juan Sánchez Jácome, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis. 


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