14 de Mayo de 2025
 

Saquearon el aeropuerto El Lencero

A unas horas de concluir la administración, lo único que queda en ese sitio son un par de escritorios viejos, unos libreros empotrados

 

En imágenes exclusivas obtenidas por El Heraldo de Xalapa, se pueden observar todavía en las paredes quedan los hoyos donde hubo bases que sostenían enormes pantallas, equipos de video reproducción y sonido

 

Santiago García

 

Xalapa

 

El saqueo cometido por el duartismo al Estado de Veracruz no tuvo límites, pues alcanzó todos lados, como lo fue el aeropuerto de El Lencero, donde muebles, computadoras, pantallas, cuadros y otros enseres fueron “saqueados”.

Todavía el pasado 12 de octubre, cuando Javier Duarte de Ochoa anunció su licencia al cargo de gobernador, su entonces vocero Alberto Silva Ramos publicó fotografías del aeropuerto de El Lencero, en las que se observan algunos muebles que adornaban ese lugar.

Sin embargo, a horas de que concluya la presente administración lo único que queda en ese sitio son un par de escritorios viejos, unos libreros empotrados a la pared que sostienen unos cuantos ejemplares de los informes de gobierno, así como muebles sucios y viejos.

En imágenes exclusivas obtenidas por El Heraldo de Xalapa, se pueden observar todavía en las paredes quedan los hoyos donde hubo bases que sostenían enormes pantallas, equipos de video reproducción y sonido, pero de esos aparatos sólo queda el recuerdo.

Algunos de los empleados de esas oficinas, recuerdan que en los mejores momentos de este sexenio llegaron a tener un juego de sala traído exclusivamente desde una tienda de San Diego California, todas las pantallas eran de 50 o más pulgadas, y había un equipo de sonido de la marca Bose que valía tanto o más que un vehículo.

De igual forma se contaba con escritorios nuevos, sillones ejecutivos de lujo, una pequeña cocina con refrigerador y enfriador de vino.

Además había otros lujos como otros muebles ejecutivos de los cuales no queda ninguno, pues desde que Javier Duarte anunció su licencia al cargo, comenzó el desmantelamiento de esa oficina y fueron traídos muebles viejos de “segunda” o “tercera mano”.

En las fotografías de los interiores de las oficinas del aeropuerto de El Lencero no se nota ningún sólo lujo, a los cuales se acostumbró Javier Duarte de Ochoa a su arribo o previo a cualquier viaje en avión o helicóptero que realizaba.

 

Invitados especiales y algunos lujos

 

En esas oficinas solía recibir a sus invitados y atenderlos con lujos como comidas, vinos y cualquier tipo de bebida, en áreas totalmente climatizadas, con sillones cómodos, pantallas con sistemas de cable que podían sintonizar cualquier canal del mundo.

Dichas instalaciones también fueron ocupadas durante su sexenio para ofrecer conferencia de prensa a los medios de comunicación de la capital veracruzana e incluso se llevó a cabo ahí un homenaje a policías.

Incluso los empleados narran que en ocasiones se organizaban bacanales en esas oficinas al arribar de algún vuelo, cuando se quería ver algún partido de futbol o béisbol, y en ocasiones vuelos programados tenían que aguardar varias horas hasta que terminaran de ver algún programa en la televisión.

Los empleados sólo pudieron atestiguar por fuera el saqueo de esas oficinas, pues sólo vieron como un par de días, llegaron dos camiones, que al mismo tiempo que bajaban los muebles viejos que se quedaron veían como subían la lujosa sala traída desde San Diego o como se desmontaban las pantallas con todo y bases de las paredes.

De igual forma los muebles y accesorios de cocina fueron subidos al camión y únicamente dejaron una cafetera y un horno de microondas, pues incluso narraron que fue el propio Flavino Ríos Alvarado quien con su dinero mandó a comprar un pequeño refrigerador.


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