Locatarios de mercados estuvieron a punto de una batalla campal.
Rodrigo Barranco Déctor
Veracruz
En una improvisada junta, a media calle de la avenida Bravo, locatarios de la zona de mercados de la ciudad de Veracruz decidieron abrir de nuevo sus negocios para vencer el miedo que impera en la conurbación.
Los comerciantes también estuvieron a punto de una batalla campal masiva entre dos grupos de defensa, pues ambos no se reconocieron y pensaban que se trataba de vándalos, por fortuna, ya a escasos cinco metros del choque, imperó el dialogo.
Todo empezó cuando saqueadores comenzaron a merodear las calles aledañas del Mercado Hidalgo, del Mercado Unidad Veracruzana y de la Plaza de la Tecnología, una de las más bravas de la conurbación.
En pocos segundos, los comerciantes se organizaron y salieron de sus negocios con palos, tubos, cuchillos y todo lo que pudieron tomar como arma para defenderse.
Con éxito lograron replegar a los invasores, pero la mayoría decidió cerrar sus puertas para prevenir que los saquearan. Sin embargo, a los pocos minutos los trabajadores y propietarios de Plaza de la Tecnología se organizaron para defender sus patrimonios y sus empleos.
Así, un nutrido grupo de jóvenes salió de ese centro comercial con armas de todo tipo y se apostó sobre la avenida Nicolás Bravo, colocando barricadas para impedir los saqueos.
Todo era observado por un grupo de policías que pasaban en una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), que no se daba abasto para controlar la situación.
Al poco tiempo, al fondo de la calle avanzaba un grupo de unas 100 personas con machetes, palos y tubos, de inmediato afuera de la Plaza de la Tecnología se prendieron las alarmas pensando que eran los saqueadores.
Hubo mentadas de madre, amenazas, injurias que estuvieron a punto de estallar en violencia entre más se acercaban, pues ninguno de los dos lados cedía terreno.
