Juan David Castilla Arcos
Xalapa
"Le piden a uno dinero, si no, nos secuestran o matan a nuestras familias", relata Guadalupe Urbano López, quién es campesino y comisariado ejidal de Ixtacapa el Chico.
Esa comunidad está en el municipio de Tezonapa, localizado en la zona centro del estado, mejor conocida como de las Altas Montañas, misma que ha sido severamente golpeada por la delincuencia.
El señor de 77 años tiene tres hectáreas, donde cultiva hule para generar ingresos económicos y llevar el sustento diario a su familia.
Lo áspero de la palma de sus manos refleja el trabajo desempeñado en el campo durante casi toda su vida.
Don Lupe, como le dicen en el pueblo, conoce campesinos en dicha zona que han sido víctimas de la delincuencia.
Los productores de caña y café habían trabajado con normalidad hasta que sujetos desconocidos arribaron a sus parcelas, les pidieron dinero y los amenazaron con dañar a su familia.
"Es pura gente de campo, no tenemos nada, apuradamente ganamos (dinero) para comer, para mantener a nuestra familia", cuenta.
El problema ha incrementado durante los 70 días de este gobierno panista.
La gente, mientras trabaja y supervisa sus cosechas, ha encontrado cuerpos desmembrados dentro de costales o bolsas de plástico.
"Los van a tirar allá en costales, no sabemos de dónde los traen. Los tiran en los cañales, en los ríos. Ya no confiamos, es gente de fuera".
La Policía, tanto municipal como estatal, ha sido incapaz de garantizar la seguridad de los pobladores.