XALAPA, VER.- Las leyes secundarias de la Reforma Político-Electoral, aprobadas en el Congreso de la Unión, tienen muchas cosas positivas, afirmó el diputado local Julen Rementería del Puerto, quien puso como ejemplo las candidaturas independientes, la cuota de equidad de género (50 por ciento hombres y otro tanto mujeres, en cargos de representación popular) y el acotamiento a la sobrerrepresentación de un partido en los congresos de los estados.
También sanciona –continuó– el rebase de los topes de campaña hasta con la nulidad de la elección y finca responsabilidades penales en la compra y coacción del voto, entre otros.
De acuerdo con el coordinador del grupo legislativo del Partido Acción Nacional en la LXIII Legislatura del Estado, la nueva normatividad electoral se pondrá a prueba en Veracruz en las elecciones para diputados federales de 2015 y en la de gobernador, en 2016.
Para el legislador, “todo eso en su conjunto constituye un avance. Habrá quien diga que falto esto o aquello, pero aunque no signifique el paraíso terrenal, debe reconocerse que representa un avance importante”.
Ahora le toca a Veracruz adecuar su ley, afirmó Rementería del Puerto. “Hay que ver cómo se define el tema, sus términos, porque la ley federal dice que podrán reelegirse los alcaldes que duren en el cargo tres años, y en Veracruz los periodos estatutarios de los ediles son de cuatro años”.
Dijo que en este caso ya se presentó una iniciativa para homologar las fechas de las elecciones, lo que implicaría en algunos casos reducir la duración de los cargos, para que en 2016 y 2018 se realicen elecciones federales concurrentes y evitar tanto gasto proselitista.
Sobre el mismo tema opinó también el diputado Édgar Hugo Fernández Bernal, quien destacó: “yo sí creo en las candidaturas ciudadanas. Eran una demanda de la población, porque los partidos han perdido credibilidad”.
Ojalá –manifestó– estas reformas permitan a los ciudadanos tener una participación activa y en la práctica den buenos resultados, que eviten el despilfarro, los souvenirs y el reparto de láminas o despensas, lo cual “debe quedar en el pasado”.