-La rebeldía de diputados panistas, entre ellas María de Jesús Martínez Díaz, son patadas de ahogado de Miguel Ángel Yunes, que le costarán cargos públicos en la próxima contienda electoral
-María de Jesús Martínez Díaz abona más a su pésima imagen como gestora en el VII Distrito, hasta hoy no ha hecho nada por sus representantes
DE LA REDACCIÓN
La crisis del Partido Acción Nacional se recrudece a partir de la designación del nuevo coordinador de la bancada panista en el Congreso de Estado, Omar Guillermo Miranda Romero, quien ha sido uno de los principales impulsores de la victoria que Joaquín Guzmán obtuvo el pasado 8 de septiembre, al derrotar al aliado de Miguel Angel Yunes, Pepe Mancha.
Y es que en pleno uso de sus atribuciones reglamentarias, Joaquín Guzmán en reunión con su bancada, el pasado 12 favorecieron a Omar Miranda, como Coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, situación que aparentemente fue acatada por todo el grupo legislativo; sin embargo, 24 horas después, ante la convocatoria de unidad de Guzmán a los 13 diputados de la bancada, se registra la rebeldía de una parte de los legisladores conformando un nuevo grupo denominado “Acción Nacional”, así como la deserción –sin renuncia de por medio- de Judith Pineda, autoproclamándose diputada independiente.
Como es de esperarse, los diputados que conforman la nueva dirigencia panista eventualmente serán expulsados ya que por reglamento no pueden formar una bancada en paralelo, toda vez que ese tipo de acciones son calificadas como “indisciplina que amerita la suspensión de sus derechos y expulsión”.
Y es que los ocho diputados locales panistas disidentes son precisamente los más cercanos a Miguel Angel Yunes, tal es el caso de Montserrat Ortega, esposa de Pepe Mancha, el ex dirigente panista cómplice del ex gobernador veracruzano; así como Sergio Hernández, exlíder de la bancada; Arturo Serna, Juan Manuel Unanue Abascal, María de Jesús Martínez Díaz, María Graciela Hernández, María Josefina Gamboa y Judith Pineda.
En paralelo, deberán acatarse las nuevas líneas políticas de trabajo en donde no jugarán más papá e hijo Yunes y menos aún la rémora de Pepe Mancha, quien es investigado por un tema de corrupción familiar.
Serán pues otros los actores en juego para las intermedias y para la gubernamental en donde ya asoma Julen Rementería y una nueva corriente de jóvenes panistas en busca de espacios electorales.
