- Es una de las herramientas más eficaces para prevenir enfermedades en animales
EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO.- La vacunación es una de las herramientas más eficaces para prevenir enfermedades en animales. Mediante estos biológicos, se le enseña al organismo a responder ante agentes infecciosos, además de entrenarlo para resistir diferentes afecciones que pudieran dejar estragos en su salud o costarles la vida.
"Llevar a nuestro animal de compañía a vacunar no solo lo protege a él, sino también se produce un impacto considerable sobre la demás población de perros y gatos, así como en los seres humanos. La vacunación contra padecimientos infecciosos, y potencialmente mortales ayuda a que los ejemplares puedan convivir mejor y puedan socializar entre ellos o con otros tutores.
"Si bien no se logra eliminar el riesgo por completo, la probabilidad de enfermarse disminuye en gran medida a través de esta acción, lo que permite disfrutar a nuestro can o felino durante más tiempo y con un buen estado de salud", señala Alejandro Sánchez Pacheco, gerente técnico de Animales de Compañía de MSD Salud Animal México.
La eficacia de las vacunas ha ayudado a evitar la presencia de diversas enfermedades, así como a mantener controladas otras. "Prueba de ello es que en México, desde 2019, no se tiene registro de rabia de tipo urbana, y eso se ha logrado mediante la vacunación de mascotas y no de humanos", subraya el médico veterinario.
Esta zoonosis —como se le conoce a las afecciones transmisibles de animales a personas— continúa siendo un problema grave en cerca de 150 países, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero es prevenible en un 100% a través de la vacunación de perros.
"El único recurso con que contamos para reducir la probabilidad de que perros y gatos se enfermen es la vacunación. Sin embargo, no es lo mismo vacunar que inmunizar. La primera acción recae tanto en el médico como en la marca del biológico, mientras que inmunizar depende de que el animal genere defensas a partir de su genética, estado de salud o número de refuerzos", explica Samantha Hay-Parker, asesora técnica de la división de Mascotas de Boehringer Ingelheim Animal Health.
SECUELAS EN LA ECONOMÍA
Además del impacto en la salud animal y de humanos, la vacunación tiene repercusiones económicas importantes. Y es que, de acuerdo con especialistas, el precio de un programa de vacunas nunca será mayor al que representa el tratamiento de una enfermedad, sin tomar en cuenta el riesgo que corren los animales.
"Si juntamos el costo un paquete de vacunas de un cachorro de perro o gato, por ejemplo, de los dos meses de edad a los cuatro y medio, con ese dinero apenas alcanzaría para cubrir un día de hospitalización de un paciente con una enfermedad que se pudo evitar", advierte Fausto Reyes Delgado, director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield.
Los estragos económicos que puede dejar el tratamiento de una afección grave se vuelven significativos, por ejemplo, en los hogares donde el ejemplar es considerado como familia.
El costo de la enfermedad, además, dependerá del grado de desarrollo en que ésta se encuentre o de lo que complejo que pueda ser encontrar una cura para esta.
"Una recomendación importante para los tutores es contar con un apartado económico que permita solventar los gastos normales de su mascota, tales como alimento, higiene, educación, diversión y servicio médico, así como tener un colchón extra para una situación de emergencia", dice el médico veterinario.
La medicina preventiva, dentro de la cual se incluye la vacunación, también debe formar parte del presupuesto para procurar el bienestar del animal. Esto no solo se refiere a las vacunas correspondientes a los primeros meses, sino también a sus refuerzos y a otros biológicos que requiera conforme a su crecimiento.
DEFENSA CONTRA LOS MALES
El contacto de perros y gatos con agentes infecciosos, como virus o bacterias, puede causar que desarrollen enfermedades con un alto potencial de mortalidad. No obstante, la protección brindada por las vacunas permite que cuenten con los anticuerpos específicos para hacerles frente a éstas.
Uno de los padecimientos más comunes que ayuda a prevenir la vacunación es la rabia, tanto en canes como en felinos. La Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) llama a vacunar a estas especies a partir del primer mes de nacidos y a darles una dosis de refuerzo al cumplir tres meses. De manera adicional, recomienda inocularlos cada año a fin de protegerlos contra este virus.
"A los perros también deben aplicárseles los biológicos contra la parvovirosis, el moquillo canino y la leptospirosis; mientras que los gatos requieren la vacuna contra la leucemia viral", aconseja el médico veterinario Fausto Reyes Delgado. Según información del Hospital Veterinario UNAM-Banfield, los mininos deben contar también con la vacuna triple felina, que los protege contra la panleucopenia viral, el calcivirus y la rinotraqueitis viral.
Otra enfermedad que pone en peligro a los perros es la leptospirosis (con una mortalidad de cerca del 50%, según datos de MSD Salud Animal), una zoonosis producida por una bacteria que puede estar presente en la orina de algunos animales como ratas, perros, vacas y cerdos. Su transmisión se da por el contacto directo con la orina, así como por superficies contaminadas con ésta o por agua infectada.
"La leptospirosis es una grave enfermedad de salud pública. Se estima que, cada año, alrededor de un millón de personas se contagian de ésta y cerca de 60 mil mueren. En humanos, esta afección puede causar insuficiencia renal o hepática, y por lo general, es difícil de diagnosticar por no ser tan común en las personas. "Por esta razón, si se logra vacunar al mayor número de perros y gatos que tenemos en casa, protegemos también a los animales que no se encuentran inoculados o que viven en la calle. Eso es justamente lo que llamamos inmunidad de rebaño", explica la asesora técnica de la división de Mascotas de Boehringer Ingelheim Animal Health.
En cuanto a la vacunación, es importante saber que no hay un esquema universal, ya que cada animal de compañía es diferente y los biológicos deben estar indicados conforme a su etapa fisiológica, estilo de vida, riesgo de exposición, entre otros factores. "Este protocolo puede modificarse de acuerdo con el lugar donde se vive o las enfermedades más comunes de la zona", dice Fausto Reyes Delgado.
AL GRITO DE LA TECNOLOGÍA
Médicos veterinarios coinciden en que las vacunas cada vez son más seguras, además de que ahora cubren un mayor espectro de enfermedades. Gracias a innovadores avances, estos biológicos pueden aplicarse, con un riesgo mínimo, en cachorros, hembras gestantes, así como en animales enfermos o gerontes.
"La modificación de virus es la tecnología con mayor presencia. Sin embargo, estas vacunas suelen ser menos estables y pueden presentar más reacciones adversas. La tecnología recombinante, por otro lado, ha sido un gran acierto en términos de inoculación. Ésta empieza a formar inmunidad o defensas desde muy temprana edad, con pocos efectos adversos y con menor riesgo a la enfermedad", explica Samantha Hay-Parker.
Justamente, en las vacunas recombinantes "se deposita parte del material genético del virus dentro de otro microorganismo que no produce la afección en la especie. Si bien este virus produce antígenos, no va a poder enfermar al paciente, pero su organismo va a detectar los antígenos y generar anticuerpos. Su contra es que este biológico es más caro", indica el médico veterinario Fausto Reyes Delgado.
Otras vacunas, como las de virus vivo, todavía se utilizan pero son muy raras. Aun cuando su producción de anticuerpos es favorable, su principal problema es que no pueden ponerse como primer biológico en cachorros ni pueden aplicarse en animales con alguna enfermedad. "Por otro lado, se encuentra la vacuna de subunidades, en la que unos puntitos de la superficie del virus son suficientes para generar una respuesta de defensa por parte del organismo. Al inyectar esta sustancia, no se produce la enfermedad, pero sí va a haber una respuesta de anticuerpos para proteger", menciona el director de Desarrollo Institucional, Comunicación y Educación del Hospital Veterinario UNAM-Banfield.
ALIADOS DE LA SALUD ANIMAL
El papel de los médicos veterinarios es esencial en la promoción de una cultura de vacunación de los animales. Entre sus funciones no solo se encuentra instruir a los propietarios respecto a la importancia de administrar estos biológicos, sino también diseñar un esquema adecuado para cada ejemplar.
"También debemos estar al día en cuanto a las directrices internacionales, tener una educación continua, así como conocer si hay mutaciones o picos de presentación de alguna enfermedad en determinadas épocas del año. No obstante, es una responsabilidad compartida, entre nosotros y los tutores, de administrar las vacunas necesarias y respetar los tiempos de aplicación de éstas", apunta la asesora técnica de la división de Mascotas de Boehringer Ingelheim Animal Health.
Esto se logra más fácilmente gracias a la ayuda de apps que permiten recordarles a los propietarios sobre las fechas de vacunación. De igual manera, las redes sociales se han convertido en una excelente herramienta para difundir el impacto positivo de este acto clínico.
"Nuestra tarea es educar a los tutores acerca del cuidado integral del ejemplar, incluida la medicina preventiva y, por supuesto, la vacunación. Al establecer un calendario, logramos que la presentación de enfermedades se reduzca de manera considerable, que se salvaguarde la economía y que la familia disfrute mucho más tiempo a su animal de compañía sano", subraya el médico veterinario zootecnista Fausto Reyes Delgado.