*Regirá los últimos tres años de su administración
*Asegura que no habrá más impuestos; toca al Gobierno apretarse el cinturón
El Universal
México, DF
Al rendir un mensaje a la nación con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto aceptó que el último año ha sido difícil para México; sin embargo, los desafíos serán enfrentados con claridad de rumbo, absoluta determinación, compromiso con la ley y con la justicia, con respeto a los derechos humanos y la integridad en el servicio público.
Al arranque del mensaje emitido en Palacio Nacional, el mandatario hizo notar que la nueva Legislatura del Congreso de la Unión es producto de la jornada electoral del 7 de junio, que se desarrolló en orden y normalidad democrática.
Acompañado por su gabinete en pleno, por los presidentes de Poder Legislativo y del Poder Judicial, el mandatario reconoció: "El último año ha sido difícil para México, nuestro país se vio profundamente lastimado por una serie de casos y sucesos lamentables. Los hechos ocurridos en Iguala o la fuga de un penal de alta seguridad nos recuerdan situaciones de violencia, crimen o debilidad del Estado de Derecho”.
Y abundó: "Señalamientos de conflictos de interés que incluso alcanzaron al titular del Ejecutivo, así como denuncias de corrupción en los órdenes municipales, estatal y federal, y en algunos casos en el ámbito privado, han generado molestia e indignación en la sociedad mexicana", dijo.
Enfatizó que estas situaciones son muy distintas entre sí, pero todas lastiman el ánimo de los mexicanos y la confianza ciudadana en las instituciones. Agregó que a este ambiente se suma ahora la preocupación de las familias por el futuro de la economía, pues hoy los mexicanos escuchan en los medios de comunicación que baja el precio del petróleo y sube el dólar.
"Si bien esta situación responde a fenómenos del exterior, temen que su economía pueda verse afectada. Es decir, hoy México enfrenta una situación de desconfianza en lo interno y de incertidumbre en lo externo por la economía internacional", atajó.
En este sentido, Peña Nieto cuestionó: "¿Qué vamos a hacer como país ante los retos y dificultades que enfrenta México?" Y respondió:
"Nuestra respuesta es contundente: vamos a enfrentar los desafíos con claridad de rumbo y absoluta determinación; vamos a ir hacia adelante comprometidos con la ley con la justicia, con el respeto a los derechos humanos y la integridad en el servicio público; vamos a seguir transformando a México con las nuevas instituciones de transparencia y combate a la corrupción".
En este sentido, el jefe del Ejecutivo presentó un decálogo de acciones para hacer frente a los desafíos del país, las cuales pondrá en marcha durante los próximos tres años de su administración. Estas medidas son:
1) Impulsar leyes en favor de derechos humanos y evitar desaparición de personas, 2) Concretar un Acuerdo Nacional para la Justicia Cotidiana, 3) Impulsar el desarrollo de las regiones con mayor rezago, 4) Apoyar a las actividades productivas de las zonas rurales de mayor marginación, 5) Poner en marcha la mayor renovación de infraestructura educativa.
6) Contemplar un programa nacional de inglés en educación básica, 7) Se presentará iniciativa para crear la Secretaría de Cultura, 8) Se presentará una propuesta de Paquete Económico responsable, centrado en el bienestar de los mexicanos, 9) Acelerar el desarrollo de la infraestructura nacional a través de diferentes instrumentos financieros y 10) Se presentará un presupuesto de Egresos con estrictas medidas de austeridad.
Por otra parte, el presidente aseguró que en lo que resta de su mandato tiene como objetivo avanzar sin dividir; en este sentido, hizo una fuerte crítica a la demagogia y el populismo, advirtiendo que el riesgo es creer en ellos como verdaderas soluciones.
"Ésta es una amenaza recurrente que ha acechado a las naciones en el pasado; hay ejemplos en la historia en donde los sentimientos de inconformidad tras crisis económicas globales facilitaron el surgimiento de doctrinas contrarias a la tolerancia y a los derechos humanos".
De manera abierta o velada, la demagogia y el populismo erosionan la confianza de la población y fomentan el odio en contra de instituciones o comunidades enteras, alertó el presidente y llamó a cerrar filas y no fomentar el encono.
Al tiempo, ante la reducción de ingresos petroleros y el panorama económico mundial, apelar a los impuestos no es una opción, dijo enfático el presidente Enrique Peña, reiterando que el Gobierno no aumentará los impuestos ni propondrá nuevos; tampoco endeudará al país.
En este sentido, el mandatario señaló que ahora toca al Gobierno apretarse el cinturón: "El Gobierno tiene que gastar menos y gastar mejor".
En el tema de las reformas, dijo: “Sabíamos que requeríamos reformas estructurarles, pero no habíamos podido concretarlas. Teníamos instituciones que era necesario renovar para adaptarlas a una nación más democrática".
Además, aseguró que "no habrá marcha atrás en la reforma educativa. En Oaxaca se aplicará la ley”. El mandatario recordó que "en un esfuerzo conjunto con el Gobierno local se tomaron medidas para recuperar la rectoría de la educación en esa entidad".
Por ello, insistió en que su administración trabajará "hasta que la reforma educativa sea una realidad en todo el territorio nacional".
Durante el evento, el presidente estuvo acompañado en la mesa de honor por el secretario de Gobernación, Miguel ángel Osorio Chong; el presidente de la Mesa Directiva de San Lázaro, Jesús Zambrano; el presidente del Senado, Roberto Gil Zuarth; así como el magistrado presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar.
También estuvieron presentes los integrantes del gabinete ampliado, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, gobernadores y embajadores de diversos países. También la esposa del presidente, Angélica Rivera, y sus hijos.