Agencias
Chilpancingo, Guerrero
Una nueva página de violencia se añadió este martes al caso Ayotzinapa: a pocos días de conmemorarse el primer año de la desaparición de 43 normalistas, las protestas han vuelto a escalar en intensidad.
Presuntos estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, que se transportaban a bordo de nueve autobuses sobre el Libramiento carretero a Tixtla, quemaron un tráiler y protagonizaron un enfrentamiento con policías antimotines.
Los normalistas viajaban con algunos de los padres de las víctimas; salieron de la escuela en Tixtla rumbo a Chilpancingo para continuar sus protestas en demanda de la aparición con vida de los 43 estudiantes desaparecidos.
Sin embargo, alrededor de las 8:00 horas, en el punto conocido como El Túnel fueron interceptados por fuerzas antimotines que les impidieron continuar su rumbo a la capital.
Lo anterior, por instrucciones para impedir que los inconformes llegaran a la capital, por temor a que realizaran actividades violentas en oficinas gubernamentales, como parte de su plan de acción a unos días del fatídico aniversario.
Una comisión de padres de familia se bajó a dialogar con las fuerzas del orden durante cinco minutos; los uniformados dijeron que los dejarían seguir a Chilpancingo si se sometían a una revisión, a lo cual se negaron y regresaron a los autobuses, que dieron vuelta como si fueran a regresar hacia Tixtla.
Sorpresivamente atravesaron un tráiler y le prendieron fuego. En ese momento los presuntos estudiantes –pues estaban cubiertos del rostro– comenzaron a lanzar pedradas, bombas molotov y petardos hacia los policías, que respondieron con gas lacrimógeno, logrando finalmente el repliegue de los manifestantes.
Sin embargo al retirarse, en una sorpresiva maniobra, un grupo de inconformes rodeó el cerro por uno de los costados del túnel y atacó por la retaguardia de manera inesperada al grupo antimotines, llevándose a cuatro mujeres y dos hombres a los autobuses en los que partieron de regreso rumbo a Tixtla, liberándolos posteriormente por la salida hacia Chilapa.
En una tarjeta informativa, la Secretaría de Protección Civil de Guerrero reportó 11 elementos de la Policía estatal lesionados, entre ellos tres mujeres, los cuales fueron trasladados al hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) en Chilpancingo para su atención médica.
Añadió que al lugar acudieron a brindar el auxilio: dos unidades de Bomberos, números económicos F-07; una pipa de Protección Civil, dos ambulancias con números económicos 49-N y 49-K y con personal de Protección Civil estatal.
En el lugar de la trifulca quedó calcinado un camión tipo Torton de la empresa Estrella de Oro, resultando pérdida total; mientras que las ambulancias 49 N y 49 K realizaron el traslado de los policías lesionados al Hospital del ISSSTE.
Todos los policías lesionados tienen diagnóstico de policontundido y traumatismo craneoencefálico en grado 1, heridas cortantes, golpes en tobillos, pierna y muslos. En el reporte también se informó que Mariana Salinas Bernal, que tiene diagnóstico policontundida, al parecer está en estado de gestación.
Por parte de las personas identificadas como normalistas no hubo lesionados.
Sin embargo, Felipe de la Cruz, vocero de los padres de los 43 normalistas desaparecidos, consideró que no hay justificación para tanta acción policiaca y represión de sus manifestaciones.
"Creemos que si en verdad quieren que el problema sea resuelto de manera pacífica, no vemos el motivo de tanta fuerza policiaca en contra de nosotros”, dijo en entrevista radiofónica.
RECUADRO
Definen agenda entre EPN y padres
El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estará presente en la reunión que sostendrá este jueves el presidente Enrique Peña Nieto con padres de los 43 normalistas desaparecidos hace casi un año.
Además, se definió la agenda con cuatro temas fundamentales: búsqueda, investigación, atención a víctimas y política pública.
El dato
La Policía antimotines tenía instrucción de impedir que los inconformes llegaran a Chilpancingo, por temor a que realizaran actividades violentas en oficinas gubernamentales.