*Mueren 49 reos durante motín en penal de Monterrey
*Silencio de autoridades desata la protesta de familiares
Agencias
Monterrey, Nuevo León
Un enfrentamiento entre dos grupos rivales liderados por Jorge Iván Hernández Cantú, alias El Credo, y Juan Pedro Salvador Saldívar Farías, el Z-27, dejó 49 reclusos muertos y 12 lesionados en el penal de Topo Chico, en Nuevo León, informaron autoridades del Gobierno del Estado.
La disputa entre internos del penal, ubicado en la zona metropolitana de Monterrey, comenzó sobre las 23:30 horas del miércoles, cuando los reos prendieron fuego en los almacenes de comida, lo que afectó al área de dormitorios, detalló el gobernador Jaime Rodríguez en escueta rueda de prensa, casi nueve horas después de ocurridos lo hechos.
Durante la comparecencia ante medios de comunicación, el gobernador informó sobre el deceso de 52 personas. Sin embargo, varias horas después, autoridades del Gobierno estatal ajustaron la cifra a 49; de éstos, 40 ya fueron identificados, mientras que otros cinco se encuentran calcinados y cuatro más están pendientes de identificar.
También se informó que cinco de los lesionados fueron hospitalizados, uno de ellos no había sido identificado y se encontraba grave; el resto fue atendido dentro de las instalaciones del penal.
El motín, el más grave registrado en el país por la elevada cifra de víctimas fatales, fue controlado a las 1:30 horas con el apoyo de miembros del Ejército, de la Marina y de la Policía Federal.
La lentitud en las diligencias y la falta de información sobre los hechos desataron la indignación de familiares de los reclusos, quienes desde temprana hora se apostaron a las afueras del centro penitenciario, a la expectativa de tener alguna noticia para acallar la incertidumbre.
Exigían la intervención de la directora del penal para que les “diera la cara”, pero sólo salía personal de enlace para prolongar la espera e intentar calmar los ánimos; esta situación sólo logró exacerbar los ánimos.
En uno de los momentos álgidos, los manifestantes lograron forzar la puerta de acceso al penal, sorprendiendo a elementos de la Fuerza Civil, pero éstos lograron replegar a los inconformes y cerraron la reja de entrada, aunque recibieron una lluvia de piedras, palos, botellas y otros proyectiles.
La molestia e incertidumbre no cesaron y dieron pie a varios conatos de bronca. Incluso fue agredida la presidenta interina de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH), Catalina Rivera, quien hizo presencia en el lugar para acompañar a los inconformes.
Empero, dada la escasa información por parte de las autoridades penitenciarias, Catalina Rivera sólo recibió consignas e incluso fue agredida físicamente por una mujer. La comisionada tuvo que salir en un auto, custodiada por autoridades.
