"Alcanzar la seguridad y la paz de un mundo sin armas nucleares no sucederá rápidamente, tal vez no en mi vida. Sin embargo, ya hemos iniciado", escribió Obama.
En el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear en la que participan presidentes de todo el mundo, el mandatario estadounidense Barack Obama, público un artículo en el diario The Washington Post.
En su texto, Obama señaló que “la comunidad internacional debe permanecer unida de cara a lascontinuas provocaciones de Corea del Norte,incluyendo sus más recientes lanzamientos de pruebas de misiles nucleares”.
Se reproduce el artículo completo:
De todas las amenazas a la seguridad global y a la paz, la más peligrosa es la proliferación y el potencial uso de armas nucleares. Por eso, hace siete años en Praga, Estados Unidos se comprometió a detener la propagación de las armas nucleares y a la búsqueda de un mundo sin ellas. Esta visión se construye con las políticas de los presidentes anteriores a mí, demócratas y republicanos, incluyendo a Ronald Reagan, quien dijo: “ Deseamos, algún día, la eliminación total de las armas nucleares de la faz de la Tierra.”
En Washington, se dará la bienvenida a más de 50 líderes mundiales para nuestra cuarta Cumbre de Seguridad Nuclear para avanzar en un pilar central de nuestra Agenda de Praga: impedir que los terroristas obtengan y utilicen un arma nuclear.
Vamos a revisar nuestro progreso, como en la eliminación exitosa en más de una docena de países del uranio altamente enriquecido y el plutonio. Las naciones, incluido Estados Unidos, harán nuevos compromisos, y continuaremos con el fortalecimiento de los tratados internacionales y las instituciones que sustentan la seguridad nuclear.
Dada la continua amenaza planteada por organizaciones tales como el grupo terrorista que llamamos ISIL, o ISIS, también se unirán aliados y socios en la revisión de nuestros esfuerzos contra el terrorismo, para evitar que las redes más peligrosos del mundo se abstengan de obtener las armas más peligrosas del mundo.
Más allá de la prevención del terrorismo nuclear, hemos hecho progresos importantes de lo que esbocé en Praga.
En primer lugar, estamos tomando pasos concretos hacia un mundo sin armas nucleares.
Estados Unidos y Rusia siguen el camino para cumplir las obligaciones de un nuevo tratado START, de manera que en el 2018 el número de cabezas nucleares desplegadas por estadounidenses y rusos estará en sus niveles más bajos desde la década de 1950.
A pesar de que Estados Unidos mantiene un arsenal nuclear seguro y eficaz para disuadir a cualquier adversario y garantizar la seguridad de nuestros aliados, he reducido el número y el papel de las armas nucleares en nuestra estrategia de seguridad nacional. También he descartado el desarrollo de nuevas cabezas nucleares, y reducido las contingencias bajo las cuales Estados Unidos usaría o amenazaría con usar armas nucleares.
En segundo lugar, estamos fortaleciendo el régimen mundial —incluyendo el Tratado de No Proliferación Nuclear— que impide la propagación de armas nucleares. Hemos tenido éxito en unir a la comunidad internacional contra la proliferación de armas nucleares, especialmente en el Irán.
Un armamento nuclear en Irán habría constituido una amenaza inaceptable para la seguridad nacional y la de nuestros aliados y socios. Podría haber desencadenado una carrera de armas nucleares en Medio Oriente.
Después de que Irán rechazó inicialmente una solución diplomática, Estados Unidos movilizó a la comunidad internacional para imponer sanciones a Irán, lo que demuestra que los países que no cumplan con sus obligaciones nucleares enfrentarán consecuencias. Después de intensas negociaciones, Irán accedió a un acuerdo nuclear que cierra todas y cada una de sus rutas de acceso a un arma nuclear, e Irán está siendo sometido a la más completa inspección jamás negociada para supervisar un programa nuclear. En otras palabras, en virtud de este acuerdo, el mundo ha evitado que otra nación consiga una bomba nuclear. Y vamos a estar vigilantes para asegurar que Irán cumpla con sus compromisos.
En tercer lugar, estamos persiguiendo un nuevo marco en cooperación nuclear civil, para que los países que cumplan sus responsabilidades puedan acceder a la energía nuclear con fines pacíficos.
A pesar de nuestro progreso, soy el primero en reconocer que aún tenemos asuntos pendientes.
Teniendo en cuenta las violaciones al Tratado INF, seguimos pidiendo a Rusia que cumpla plenamente sus obligaciones. Junto con nuestro liderazgo militar, sigo creyendo que nuestro masivo arsenal nuclear de la Guerra Fría es poco adecuado para las amenazas actuales. Estados Unidos y Rusia —que en conjunto poseen más de 90% de las armas nucleares del mundo— deben negociar para reducir aún más nuestras reservas.
La comunidad internacional debe permanecer unida de cara a las continuas provocaciones de Corea del Norte, incluyendo sus más recientes lanzamientos de pruebas de misiles nucleares.
Las sanciones adicionales impuestas recientemente a Pyongyang por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas muestran que las violaciones tienen consecuencias.
Estados Unidos seguirá trabajando con aliados y socios para la desnuclearización completa y verificable de la península coreana de manera pacífica.
En términos más generales, la seguridad del mundo exige que las naciones —incluyendo Estados Unidos— ratifiquen el tratado de prohibición completa de pruebas nucleares y concluya un nuevo tratado para poner fin a la producción de material fisible para armas nucleares de una vez por todas.
Cómo lo dije en Praga, alcanzar la seguridad y la paz de un mundo sin armas nucleares no sucederá rápidamente, tal vez no en mi vida. Sin embargo, ya hemos iniciado.
A medida que Estados Unidos, la única nación que ha utilizado armas nucleares, tiene la obligación moral de seguir liderando el camino hacia su eliminación. Aun así, ninguna nación puede hacer realidad esta visión sola. Esto es trabajo del mundo.
Tenemos claros los grandes obstáculos que hay por delante, pero creo que no debemos resignarnos a la fatalidad de que la propagación de las armas nucleares es inevitable. A pesar de que nos ocupamos de las realidades del mundo tal como son, hay que seguir luchando por nuestra visión del mundo.