Redacción- 2016-04-0411:37:50- AgenciaAFP/ La Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos infligió el lunes una derrota a los conservadores que pretendían modificar una importante regla electoral, que hubiera permitido aumentar la representación de las circunscripciones con mayoría de población blanca.
Los magistrados del máximo organismo judicial de Estados Unidos fallaron por unanimidad que la regla “una persona = un voto” permitía definir a las circunscripciones electores en función de su población total (incluidos menores, presos, excondenados e inmigrantes indocumentados), y no únicamente en función del número de habitantes con derecho a votar.
Los ocho jueces de la Corte Suprema debían responder la pregunta siguiente: ¿qué alcance tiene exactamente el término ‘una persona’ en el principio fundamental ‘una persona = un voto? En efecto, decenas de millones de niños, inmigrantes, presos, excondenados o minusválidos mentales tienen prohibido votar en Estados Unidos aunque figuran en los censos.
Detrás de este debate se ocultan dilemas enormes, y sobre todo la representatividad de la población de origen hispano, que tiene un creciente peso demográfico en la sociedad estadounidense.
Actualmente la definición de las circunscripciones electorales realizada por los estados se basa en la población total: se cuentan, pues, todas las personas para diseñar el mapa de las circunscripciones electorales.
Los conservadores habían apelado a la Corte Suprema para exigir una definición de las circunscripciones electorales que tenga en cuenta solo a los potenciales votantes, lo que hubiera reducido el número de representantes de las circunscripciones en las que los presos, inmigrantes indocumentados y otras minorías no tienen derecho a voto pero tienen un gran peso en la población total. La experiencia indica que esas circunscripciones donde habitan predominantemente latinos y afro-estadounidenses suelen votar mayoritariamente a los demócratas.