"No existe una acusación de carácter penal contra la Presidente, sino que se la acusa de mala gestión de las cuentas públicas en 2014. Esta es en todo caso una acusación de carácter político, que no amerita un proceso de destitución", señala.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, expresó el viernes, tras una reunión con la presidenta Dilma Rousseff en el Palacio de Planalto, su solidaridad con la mandataria brasileña frente al proceso de“impeachment” en su contra analizado en la Cámara de Diputados.
Entrevistado por la prensa, Almagro dijo que ve con extrañeza que “una persona que no tiene ninguna acusación” sea juzgada por legisladores que son objeto de investigaciones por corrupción.
El líder de la OEA dijo que la entidad no es la única preocupada con la situación, puesto que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Suramericana de Naciones (Unasur) ya hicieron lo propio.
“Expresamos nuestras dudas desde el punto de vista jurídico, ético y político de la situación”, afirmó.
Almagro no descartó eventuales sanciones que puedan ser tomadas en caso de que Rousseff sea destituida, lo que será analizado “a medida que evolucione la situación”.
“Como comunidad internacional, siempre tuvimos a Brasil como ejemplo de legalidad. Necesitamos que Brasil mantenga esa posición en el contexto internacional como fundamento referente esencial en temas de legalidad”, señaló.
El funcionario dijo, sin embargo, que sólo podrá afirmar si hubo “ruptura democrática” en el país a partir del próximo lunes, en el caso que el pleno de la Cámara de Diputados vote el domingo por la admisibilidad del proceso de “impeachment”.
Afirmó también que el gobierno podrá recurrir a la OEA se considera que la democracia brasileña está amenazada.
La visita del secretario a Brasilia fue anunciada el jueves, con el fin de expresar “apoyo a la institucionalidad y respeto a la Constitución”.
