De acuerdo con el Manual de Prevención para una niñez sin alcohol, la Universidad Anáhuac México Sur (UAMS) detectó que en el 88 por ciento de los niños y adolescentes evaluados la curiosidad por beber alcohol se presenta a los 8 años de edad.
La investigación duró cinco años y se realizó en escuelas primarias de la Ciudad de México y el Estado de México. Se monitoreo semanalmente a más de 2 mil 500 niños, además de analizar, aplicar y monitorear cuatro estrategias de prevención (Dinámicas de grupos, Talleres para padres, Counseling y Prevención múltiple), con el fin de probar la efectividad de cada una de ellas.
Después de aplicar las cuatro fases del estudio, se encontró que la estrategia de “Dinámicas de grupos” fue la más eficiente, ya que produce una reducción significativa en el deseo de probar el alcohol en los niños y los efectos.
Durante el estudio se identificaron varios temas, como el hecho de que cuatro de cada 10 niños, entre nueve y 12 años de edad, afirmaron que beberían alcohol si tuvieran la oportunidad de hacerlo e, incluso, más de la mitad ya había ingerido dicha bebida alguna vez y en muchos de los casos experimentado los efectos del consumo excesivo de esta sustancia.
Con respecto a los jóvenes que ya consumían alcohol, se evidenció que tres de las cuatro causas que los motiva a consumir esta sustancia están relacionadas con aspectos familiares: falta de control parental, presión de amigos y parientes, así como por problemas familiares; la cuarta tiene que ver con el hecho de no contar con información verdadera y adecuada para tomar decisiones.