El presidente interino de Brasil, Michel Temer, prometió hoy “diálogo” para llevar a cabo reformas que permitan construir una “democracia de la eficiencia”, horas después de asumir el cargo tras la suspensión de la mandataria Dilma Rousseff.
En una ceremonia en el Palacio de Planalto, en la que tomaron posesión sus ministros, Temer realizó su primer pronunciamiento como jefe de Estado interino ante la mirada de decenas de parlamentarios que se desplazaron a la sede del Ejecutivo para apoyarlo.
El mandatario interino prometió además mayor espacio para la inversión privada y reformas estructurales en la economía para bajar la inflación, combatir el desempleo y sacar al país de la recesión.
“Reitero que es urgente pacificar la nación y unificar el país. Es urgente hacer un gobierno de salvación nacional”, aseveró Temer.
A las puertas del palacio presidencial, medio centenar de manifestantes a favor de Rousseff protagonizaron un incidente al entrar en el recinto y ser expulsados por las fuerzas del orden.
En tanto los 21 miembros del nuevo gabinete de Brasil nombrados por el presidente interino Michel Temer se parecen a él: son hombres blancos.
La presidenta suspendida Dilma Rousseff dio inicio el año pasado a su segundo mandato con un gabinete de 39 miembros, incluidas seis mujeres. De ellas, una era la única ministra negra del gobierno.
Al igual que Temer, algunos de los miembros del nuevo gabinete son negociadores que no están libres del escándalo en la escena política en Brasilia.
Tres de los nuevos miembros del gobierno están implicados en la pesquisa por corrupción al interior de la petrolera estatal Petrobras.
El senador Romero Juca será uno de los principales nombres de Temer en la política económica. El empresario Geddel Vieira Lima trabajará en las relaciones políticas con el Congreso.
(Notimex)