Unos 22.9 millones de votantes están habilitados para elegir este domingo al reemplazante del mandatario Ollanta Humala, en la segunda vuelta de los comicios presidenciales.
La candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, cerró la nochedel jueves su campaña electoral con miras a la segunda vuelta del próximo domingo con un multitudinario acto en Villa El Salvador, en la zona sur de Lima.
Fujimori, de 41 años y favorita según las encuestas para ganar los comicios presidenciales, reiteró sus promesas de campaña respecto a incrementar la seguridad ciudadana con 10 mil policías si las Fuerzas Armadas se hacen cargo de la custodia de los recintos públicos.
También mencionó la formalización de miles de personas que trabajan al margen de la legalidad, como los mineros, y construir 20 cárceles, cinco de ellas sobre los cuatro mil metros de altura sobre el nivel del mar, para recluir a los delincuentes.
Criticó en forma directa a su contendiente del próximo domingo, el abanderado de Peruanos por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynski, de quien dijo “trabaja para las grandes empresas” de este país sudamericano y desconoce la “realidad nacional”.
La candidata presidencial, que según las últimas encuestas tiene una intención de voto del 51.6 por ciento, prometió incrementar el crecimiento económico de este país mediante obras de infraestructura, entre otras medidas.
La hija del encarcelado exmandatario Alberto Fujimori (1990-2000) estuvo acompañada en el escenario por su madre, Susana Higuchi; su hermano Kenji; su esposo Mark Villanella; y sus dos hijas, además de los congresistas de su partido elegidos en abril pasado.
Pedro Pablo Kuczynski, por otra parte, cerró su campaña en Arequipa, región distante 966 kilómetros al sur de Lima, donde aseveró que esta nación podría entrar con un eventual gobierno de Fujimori en la “oscuridad y la corrupción”.
Advirtió que Perú podría convertirse en un “campo de batalla por las drogas” y precisó que el equipo técnico de la candidata fujimorista está integrado por “una tira de improvisados” ya que sus integrantes carecen de experiencia en la gestión pública.
Agregó ante unos 10 mil de sus partidarios que “no podemos creer que sacando a las Fuerzas Armadas a las calles o enviando a gente a cárceles a cinco mil metros de altura se va arreglar este problema. No es así, el problema es más profundo”. (Ntx)