27 de Julio de 2025
 

Irak se endurece contra terrorismo

*Tras masacre, Gobierno aumentará castigos

 

*Como represalia, ejecuta a cinco condenados a muerte

Agencias

Bagdad, Irak

 

El Gobierno iraquí prometió aumentar sus castigos y esfuerzos contra el terrorismo tras el atentado suicida que el domingo causó en Bagdad al menos 180 muertos y 230 heridos, en medio de un ambiente de rabia contra la supuesta negligencia de las fuerzas de seguridad en ese ataque.

Como represalia al ataque, las autoridades ejecutaron ayer a cinco condenados a muerte por terrorismo, horas después de haber anunciado que aplicarían esas penas muy pronto, según informaron dos comunicados del Gobierno.

La nota sobre las ejecuciones señaló que el departamento gubernamental ha presentado un proyecto de remodelación del Código Penal con el fin de acelerar la aplicación de las penas de muerte.

Con ello, el Ministerio pretende reducir a un mes el plazo máximo que tiene el presidente iraquí para confirmar las penas capitales tras el fallo definitivo.

El Ministerio pretende además que, pasado ese mes, si no hay respuesta del mandatario, se considere como una confirmación de la pena.

El Ministerio calificó el atentado del domingo como una "traidora acción terrorista" y señaló que "coincide con las victorias de las fuerzas iraquíes que liberan el país del yugo terrorista", en alusión a la ofensiva llevada a cabo contra el grupo yihadista Estado Islámico.

Asimismo presentó sus condolencias "a los familiares de los mártires de esta enorme tragedia".

"Nos comprometemos a proseguir aplicando el castigo justo a todo al que se le ocurra intentar dañar y aterrorizar al pueblo iraquí", concluyó la nota.

Este mensaje se produjo horas más tarde y en consonancia a la amenaza que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, realizó en una visita a la Comandancia de la Fuerza Aérea iraquí, sobre una dura respuesta al Estado Islámico.

Al Abadi pidió a la Comandancia de Operaciones de Bagdad que acelere los esfuerzos para establecer "el cinturón de seguridad" alrededor de la capital.

También demandó retirar los aparatos portátiles de detección de explosivos falsos ADE, por cuya venta el empresario británico James McCormick fue condenado en 2013 a 10 años de cárcel.

En ese sentido, Al Abadi instó a volver a investigar "los contratos corruptos de corrupción de adquisición de esos equipos y perseguir a los órganos implicados".

Además pidió acelerar la instalación de aparatos eficaces para inspeccionar los vehículos.

Según el primer ministro iraquí, pese a que los terroristas intentan "desviar" la marcha de su Gobierno y sus fuerzas de seguridad, la respuesta "será dura y en sus propios feudos de [la provincia oriental de] Al Anbar y [la ciudad septentrional] de Mosul".

El atentado ha creado una atmósfera de crispación entre la población de la zona donde se produjo, la mayoritariamente chiíta de Al Karrada.


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