La periodista Carmen Aristegui manifestó que la forma en que huyó el hoy prófugo de la justicia Javier Duarte de Ochoa, lleva a “la gran pregunta nacional sobre el señor Duarte, el hoy prófugo de la justicia, ¿se fue o lo dejaron ir?, porque aquí entramos al terreno más grande de todos, la colusión, la complicidad, el encubrimiento y la necesidad de tener uno que otro chivo expiatorio, así sea de este tamaño”.
Durante la visita que realizó este fin de semana a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, aumentó que el propio sistema será el encargado de “satanizar lo satanizable”.
Señaló que lo acontecido en tierras veracruzanas, tras el gobierno de Duarte de Ochoa, ha causado indignación a nivel nacional debido a los actos de corrupción documentados por las autoridades.
Sin embargo, precisó que la duda es si Duarte en verdad escapó o lo dejaron ir, pues debido al panorama que se vive en Veracruz, Gobierno Federal requiere de un “chivo expiatorio”.
Agregó que de ser así, saldría a la luz una red de colusión, complicidad y encubrimiento entre el hoy prófugo de la justicia y la federación.
“Y bueno, estamos frente a esto que desde luego se convierte en el gran escándalo, en la gran indignación nacional, en el gran abuso sobre el abuso, en la desmesura en el acto de corrupción y la gran pregunta nacional sobre el señor Duarte, el hoy prófugo de la justicia, ¿se fue o lo dejaron ir?, porque aquí entramos al terreno más grande de todos, la colusión, la complicidad, el encubrimiento y la necesidad de tener uno que otro chivo expiatorio, así sea de este tamaño”.
En ese sentido, reconoció que las autoridades requieren con urgencia de una “válvula de escape”, aunque el tiempo dirá si Duarte de Ochoa se convierte en ella.
“Y estamos frente a eso. ¿Qué hace la sociedad mexicana cuando un caso como el de Duarte se convierte efectivamente en el centro de la atención, en el espectáculo de toda la indignación nacional y en donde el propio sistema se va a encargar de satanizar lo satanizable. El señor Duarte no puede estar peor ante la opinión pública, pero ya se fue, veo difícil que regrese, veo difícil que lo puedan capturar pero todo puede suceder en un contexto de cosas en donde la sociedad mexicana ha mandado demasiadas señales de hartazgo y de indignación. Necesitan una válvula de escape con urgencia, veremos si es Duarte. Veremos si Duarte puede convertirse en esa gran válvula de escape para una sociedad que ha llegado, ojalá, a sus límites de tolerancia”.
