25 de Diciembre de 2025
 

Entrevista con el "Justiciero"

 

México.- Acudimos al llamado de la justicia. Desde hace unos días es tema en boca de todos, muchos lo buscan, pero sólo nosotros lo encontramos. 

Lo conocen como el "Justiciero" y por cuestiones de seguridad así se quedará, no habrá nombres en esta entrevista, sólo datos del momento, del día que tomó un arma y disparó contra cuatro personas. 

Le tiemblan la manos. Con un pequeño papel limpia el sudor de su rostro, de su frente, de su cuello. Se truena los dedos, toma un poco de agua y hace una seña con la cabeza, como diciendo que ya está listo. 

Intento verlo a los ojos, pero no sostiene la mirada y sin saludar hago directo la pregunta: ¿usted mató a cuatro personas? 

-Sí, pero lo hice porque se lo merecían, eran rateros, no eran un premio Nobel de la Paz. 

Está a la defensiva y trato de hacer la segunda pregunta más amable: ¿usted ha dormido tranquilo después de los hechos? 

-Soy un hombre normal, he ido a trabajar, he convivido con mi familia, incluso he ido a la iglesia. Yo creo que con lo que hice ayudé a mi comunidad, ya estamos hasta la madre que nos quiten nuestras cosas y estén libres como si nada. 

¿Pero usted era el adecuado para hacer justicia? ¿Por qué no denunció? 

-Para qué, los policías son más tranzas, las autoridades no hacen nada, a nadie le importa si le roban el celular o la cartera. Yo traía un arma y ese día la usé para bien. 

¿Por qué venía armado? ¿Dónde consiguió la pistola? 

-En este país, es más fácil comprarse una pistola que un seguro de vida. Yo la tengo por seguridad y ya vimos que sí sirvió. La compré con un amigo, muy barata y con balas incluidas. 

La familia de los asaltantes llora su pena, podría decirnos qué sintió y por qué lo hizo... 

-Ese día venía mal y de malas. Me pagaron menos de lo que debía ser. Me subí al caminón de camino a mi casa y ellos se subieron después, empezaron a quitarnos nuestras cosas, a una señora le dieron una cachetada, un niño lloraba del miedo y me encabroné. Es normal, soy ser humano. 

Me paré y saqué la pistola, disparé enseguida y ellos intentaron bajar del camión. Les di a los cuatro. Empezaron a sangrar y a pedir ayuda, pero obvio nadie intervino. Se murieron ahí. Les quité las cosas y se las regresé a sus dueños, a los otros pasajeros les pedí que me ayudaran a bajarlos y luego me bajé yo. Tenía enojo, corage, miedo y frustración. 

Oiga, pero está conciente que mató a cuatro personas... 

-Sí, y lo volvería a hacer. Sabe usted cuánto trabajo me costó ganarme ese dinero, sabe que si me lo quitaban no iba a tener qué darles de comer a mis hijos. Eran humanos, pero eran cabrones, a ellos no les importó quitarme mis cosas, a mí no me importó quitarles la vida. 

¿Se considera un justiciero, un héroe? 

-Soy lo que muchos quisieran, hice lo que muchos desean, soy como todos. Siempre decimos, por las buenas soy bueno y por las malas, no me quieres conocer. Soy el retrato de una sociedad, soy la justicia que las víctimas añoran, hice lo que tenía que hacer.

No soy un héroe, soy parte de una sociedad que está hasta la madre de la inseguridad. "Justiciero" puede ser cualquiera, y si la autoridad no hace nada, habrá más como yo y menos rateros. 

Al final, de esta entrevista tomé el espejo y me di cuenta que "Justiciero" era yo, las respuestas de esta entrevista las he dicho en varias ocasiones, entre amigos, entre familia. Soy el que está harto de la impunidad, de que los rateros sigan en la calle quitándome las cosas que me costó comprar. Soy el que está dispuesto a todo si la autoridad no hace nada. Soy la representación de un justiciero cansado de las injusticias. 

Nota. Cualquier parecido con la realidad, NO es una concidencia. 


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