
Jason Miller, uno de los nombrados para el equipo de Comunicación de la Casa Blanca, para la administración de Donald Trump, renunció este 25 de diciembre al cargo para el que se le propuso en un futuro próximo.
El argumento principal que Jason Miller dio para declinar, fue que su esposa está embarazada y el cargo anunciado le absorbería mucho tiempo que le impediría estar con su familia. Medios locales apuntan a un presunto escándalo sexual.
Sean Spicer quedaría al frente de la Oficina de Comunicación de la Casa Blanca con el cargo de Secretario de Prensa a partir del próximo 20 de enero.
Fuente:ElUniversal/JM