
CIUDAD DE MÉXICO.- De las manifestaciones y bloqueos por el gasolinazo pasaron a los saqueos, robos de combustible y quemas de llantas en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), en el tercer día de inconformidad ciudadana.
Durante tres horas el periférico norte, a la altura de Naucalpan, estuvo cerrado a la circulación en ambos sentidos, luego de que transportistas colocaron sus unidades en ambos sentidos de la vialidad, generando un severo caos que desquició la zona norte. Mientras que en municipios como Ecatepec habitantes se apoderaron de una pipa de Pemex y regalaron gasolina a la gente que llegaba con bidones.
En Acolman, al oriente de la entidad mexiquense, los vecinos tomaron una gasolinera y comenzaron a repartir el combustible, sin que alguna autoridad pudiera evitarlo.
Las autopistas México-Toluca, México–Querétaro, Naucalpan–Toluca y Texcoco-Lechería, así como avenida Central, estuvieron cerradas a la vialidad desde temprana hora, por lo que la gente tuvo que buscar alternativas para llegar a su destino y en el caso de los usuarios del transporte público tuvieron que caminar largos tramos.
En las principales autopistas de la entidad, elementos de la Policía Federal abrieron el paso y en otras comunidades se utilizó la fuerza de seguridad estatal para controlar las manifestaciones contra el alza del energético.
La Ciudad de México también volvió a sufrir de las movilizaciones y cierres de gasolineras. A lo largo de calzada de Tlalpan la agrupación Somos Más, cuyos dirigentes son militantes del PRD, cerraron 14 gasolineras y en algunos tramos esta arteria, que conecta el centro con el sur de la capital, estuvo cerrada por varias horas.
“Estamos hartos de que el gobierno abuse del pueblo, no se vale que aumenten la gasolina y el salario mínimo sea tan miserable”, dijo Luis, uno de los inconformes que bloqueó la gasolinera ubicada en Coruña y Tlalpan.
Los efectos del incremento al energético tuvieron eco en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, manifestó que ante la inconformidad ciudadana “lo mínimo” que tiene que hacer el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, es revisar la medida y hacer los ajustes necesarios.
“Lo mínimo es que se revise y que se ajuste, porque sí se pueden ajustar. Es como todo, a ti como titular del Ejecutivo te pueden hacer un planteamiento en la parte árida de los números y decir, ‘lo ideal es que tuviéramos una tasa de tanto por ciento’, claro eso sería lo ideal; pero también hay que ver el entorno político, lo que atraviesa México y lo que requiere de apoyo la gente en el país y requiere tener buenas noticias.
“Serían buenas noticias que se hiciera un análisis profundo, serio y que el Presidente diga ‘ya se revisó y vamos a hacer un ajuste para que el impacto no sea tan alto’”, enfatizó.
Miguel Ángel Macera también hizo un llamado al Presidente para que confirme su asistencia a la reunión que sostendrán los gobernadores el próximo 9 de enero, en la que analizarán las repercusiones económicas que trajo consigo el aumento a la gasolina.
Expuso que el gobierno federal tiene que garantizar que no habrá desabastos del combustible, porque ello impactaría en mayor medida al incremento de los precios.
De acuerdo con los grupos de manifestantes, se espera que hoy continúen las movilizaciones en la Zona Metropolitana del Valle de México.