-La mayoría de los muertos son estudiantes, hay tres heridos
AGENCIA
El tiroteo en la escuela secundaria de Santa Fé dejó 10 muertos y 10 heridos, confirmó el gobernador de Texas, Greg Abbot, los hechos durante el día de ayer viernes.
En una conferencia de prensa, se informó que existen dos personas detenidas, quienes son estudiantes y que el atraco se realizó con una escopeta y un revolver calibre .38, ambos del padre del sospechoso.
Además, un número indeterminado de artefactos explosivos fueron hallados en la escuela y sus alrededores. Las autoridades estaban desarmándolos y pidieron a la población que reportara sin demora la presencia de objetos sospechosos.
El distrito escolar conrmó que hubo varios heridos, pero dijo que no daría más detalles. El subdirector Cris Richardson dijo que había un sospechoso detenido. “Esperamos que lo peor haya pasado y en verdad no puedo decir más porque serían puras conjeturas”, dijo Richardson a la prensa en el lugar.
El ataque del viernes fue el más mortífero en Texas desde que un hombre con un fusil de asalto mató a una veintena de personas en una iglesia rural a fines del año pasado.
Imágenes aéreas mostraron a muchos estudiantes en un prado y tres helicópteros médicos en la escuela en Santa Fe, una población de 13.000 habitantes 48 kilómetros al sureste de Houston.
Los testigos dijeron que vieron a los estudiantes que huían de la escuela mientras escuchaban disparos; también describieron haber escuchado una alarma en la escuela, aunque la secuencia de eventos no está clara por el momento.
El atacante Dimitrios Pagourtzis, quien según la policía mató a 10 personas ayer viernes en su escuela secundaria de Texas, publicó hace poco en Facebook una foto con una camiseta con la leyenda: "Nacido para matar".
En su página en la red social también aparecía una chaqueta negra con varias insignias, incluida una cruz de hierro alemana, un símbolo de la Primera Guerra Mundial popular entre algunos nacionalistas blancos en Estados Unidos.
Pero hay pocos indicios de por qué Pagourtzis abrió fuego el viernes al inicio de la jornada escolar en su escuela secundaria de Santa Fe, Texas, una zona rural a medio camino entre Houston y el Golfo de México.
La policía dijo que no había nada en este chico, que según los medios estadounidenses tiene 17 años, que le hubiera llamado la atención, aunque el ataque estaba claramente planeado.
El joven entró a la escuela con una escopeta y un revólver debajo de su abrigo y disparó contra sus compañeros. Mató a 10, en su mayoría estudiantes, e hirió a otros 10 antes de rendirse.
También había colocado artefactos explosivos caseros en la escuela, pero aparentemente ninguno detonó. La información de su teléfono celular y computadora mostró que "no solo quería cometer el ataque, sino que quería suicidarse después", dijo en rueda de prensa el gobernador de Texas, Greg Abbott.
"Se entregó y admitió que en ese momento no tenía el coraje de suicidarse". Según Abbott, Pagourtzis no tenía antecedentes penales, ni registros policiales. Tampoco poseía armas de fuego registradas a su nombre; las que usó en el tiroteo estaban a nombre su padre.