-La prensa española lo vincula con la mafia rusa, pero también se hablaba de su cercanía con la petrolera Gazprom y una mujer de San Petesburgo
AGENCIA
Acompañado de una escolta de seguridad rusa, es como agentes policiales sospechan que estuvo protegido Emilio Lozoya durante su estancia en España.
Investigadores creen que el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), podría estar blanqueando dinero para alguna organización mafiosa procedente de Rusia, según publica el diario El País.
Sin embargo, esto ya se vislumbraba desde el pasado mes de enero cuando el columnista de EL UNIVERSAL, Salvador García Soto, publicaba en su espacio "Serpientes y Escaleras" el texto titulado “Lozoya en Rusia y bailando kasachok”.
En su columna publicada el 25 de enero, García Soto señalaba que Lozoya Austin, entonces prófugo de la justicia, vivía en la ciudad de San Petesburgo en donde sostenía una relación sentimental con una mujer de origen ruso y en donde incluso los intentos de extradición en su contra se veían obstaculizados, ya que contaba con protección de la mafia rusa.
¿POR QUÉ LOZOYA DECIDIÓ HUIR HACIA RUSIA?
El columnista detallaba que en aquel país tiene su sede una de las grandes petroleras de Rusia, Gazprom, con cuyos directivos Emilio Lozoya estableció una muy buena relación durante los años que estuvo al frente de Pemex.
“Emilio Lozoya ha logrado también la protección de mafias rusas vinculadas a los negocios del petróleo y el gas, algo que ha complicado los esfuerzos del gobierno de México para extraditarlo”, relataba García Soto de acuerdo con información de fuentes de primer nivel.
ASÍ ENGAÑÓ A LAS AUTORIDADES EL EXDIRECTOR DE PEMEX
De Estados Unidos a Canadá y después a Alaska, fue la ruta con la que Emilio Lozoya despistó a las autoridades para llegar a Rusia.
En la columna de García Soto se explica que el plan de Lozoya nunca fue viajar hacia Alemania, como se pensó en un principio, por la nacionalidad de su esposa Marielle Helene Eckes, sino que engañó a las autoridades al haber comprado un boleto con destino a Frankfurt, vuelo que nunca abordó pero sí documentó con su nombre y equipaje.
La estrategia de Lozoya fue tomar un vuelo rumbo a Estados Unidos y de ahí dirigirse por tierra a Canadá para después trasladarse hacia Alaska, donde tomó un avión a Rusia. Según la fuente de primer nivel que menciona García Soto, Emilio Lozoya se encontró con una mujer en San Petesburgo.
