Erase una vez, una niña llamada Claudia Sheinbaum Pardo, proveniente de un matrimonio de raíces judías y con carreras profesionales, del cual se tuvo siempre en cuenta el desarrollo intelectual y académico, cosa que sucedería, pues la joven Claudia sería Licenciada en Física por la UNAM, misma universidad en la cual participó en las polémicas protestas en contra de Jorge Carpizo, Rector de la UNAM en aquel entonces, para más tarde obtener una Maestría y Doctorado por la UNAM, aunque sus investigaciones para el Doctorado fueron en los Estados Unidos, becada por la UNAM.
Hasta aquí todo sería relativamente normal, para una mujer que se abría paso en el mundo científico, sin embargo, llegaría algo que terminaría siendo más importante: la Política.
Después de las Huelga de 1986 en la UNAM, Claudia Sheinbaum sería allegada a la nueva formación política de izquierda, que se convertiría en el Partido de la Revolución Democrática, junto con su exesposo Carlos Imaz, siendo la primera reclutada para el año 2000 para trabajar junto al entonces electo Jefe de Gobierno del Distrito Federal Andrés Manuel López Obrador, obteniendo el puesto de Secretaria del Medio Ambiente del Distrito Federal, cargo que ostentaría hasta 2006, cuando se unió a la primera candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, para después ser una de las defensoras de la premisa de Fraude Electoral en contra de López Obrador, terminando en fracaso.
No sería hasta el año 2015 cuando volvería a tener relevancia política al ser electa como Jefa Delegacional de Tlalpan, Alcaldía del Distrito Federal, pero ahora con el Partido Morena, pues dejó el PRD en 2014, y así en 2017 sería candidata a Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (antes Distrito Federal), logrando ser la Primera Mujer Jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Todo bien hasta aquí, pero hace falta un detalle incómodo que no es muy mencionado sobre la Dra. Sheinbaum, siendo este el escándalo de corrupción y obtención de dinero ilícito en contubernio con Carlos Ahumada y René Bejarano, cosa que afectaría e Imaz, pero que pasaría a manchar a Claudia Sheinbaum, no obstante salieron relativamente bien librados, siendo Claudia protegida por López Obrador, aunque ese sería el primero de tantos escándalos que persiguen a la presidenta, a pesar de que muchos quieran olvidarlo.
Para 2017, sería el segundo escándalo que golpeó a la entonces Jefa Delegacional de Tlalpan, pues el 19 de Septiembre de 2017, un terremoto sacudió a la Ciudad de México, a pesar de no ser el epicentro del mismo, hubieron muchas pérdidas, pero una de las más dramáticas fueron las del Colegio Enrique Rébsamen, una escuela que se cayó y aplastó a varios niños, cosa que podría pasar como un trágico accidente, sin embargo, al hacer la investigación, se descubrió que a pesar de que la autoridad de Tlalpan se percató de que la estructura no era segura, decidieron hacer caso omiso en clausurarla, lo que deja la conjetura del soborno para que el edificio siguiera funcionando, algo que terminó en tragedia, pero increíblemente, Claudia Sheinbaum no pagó ningún costo político al respecto, es más, arrasaría en la elección de Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en 2018.
Para este punto sería muy interesante lo anteriormente dicho, no obstante hay un tercer escándalo, que involucra a la actual Presidenta y al actual Secretario de Economía Marcelo Ebrard, pues refiere a la caída de la Línea 12 del Metro de la CDMX, llegando el tercer escándalo para Sheinbaum, pues se le reclamó una investigación poco transparente y que no hubo ninguna sanción mayor al respecto, pues se supone deberían haberse percatado de las fallas del metro, pero eso no sucedió, por lo cual sería otra mancha en la trayectoria política de Claudia Sheinbaum, pero eso no le impidió postularse para la candidatura de su Partido Morena para competir por la Presidencia de la República en 2024.
Aquí es donde las cosas se ponen extrañas, puesto que se hizo la elección de los candidatos de Morena por encuestas, método sumamente cuestionado por la falta de claridad y eficiencia dudosa del proceso, llegando al punto del desacuerdo, pues el segundo lugar de la encuesta Marcelo Ebrard, acusó de forma blanda fraude a favor de Sheinbaum, pero al final no se logró nada, pues de forma implícita ya había una designación silenciosa por parte del entonces presidente López Obrador, así que no importaría el reclamo que surgiera, el dedo misterioso del tabasqueño eligió a la persona que le sucedería en el cargo entregando el conocido bastón de mando en una reunión con los otros candidatos perdedores.
La elección presidencial del 2024 ya la conocemos, por lo cual hubo mucha expectativa sobre el rumbo que tendría la presidencia de Claudia Sheinbaum, sin embargo eso quedó claro en su toma de protesta, donde no solo se desvivió en halagos hacia su predecesor, sino que dio a entender que seguiría exactamente la línea de López Obrador, cosa que era de esperarse pues qué podría hacer la Presidenta si el poder militar, social y del partido lo tiene su predecesor, pues nadie se atrevería a ir en contra de los designios del antecesor, al ser el líder social influyente con la gente, con los militares que llenó de dinero e influencia y dentro del partido que controla con allegados como Luisa María Alcalde o el hijo del expresidente, de nombre Andrés Manuel López Beltrán, alegando que no hay nepotismo, rematando con la primera semana de la Presidenta, donde se deslindó de cualquier posibilidad de juzgar a expresidentes, siendo López Obrador uno de ellos, además del escándalo de militares que mataron migrantes en Chiapas, y la violencia descontrolada en Sinaloa, y la cereza del pastel, tener que lidiar con los estragos del Huracán John en Acapulco.
Es momento de reflexionar ya que ahora tenemos una mujer Presidenta, pero al parecer no tiene ese poder que debería tener, sino que está silenciosamente atada a un hombre, pues ella es la Presidenta, pero el que tiene el poder de mandar, se le puede encontrar en Palenque Chiapas, algo que nos remonta a 1929, en épocas del Maximato, o en 1976, con el continuismo de José López Portillo a favor de Luis Echeverría, aunque habrá una prueba en este sexenio, y es si Claudia podrá hacer algo como Lázaro Cárdenas a Plutarco Elías Calles, o simplemente se resignará a portar la banda presidencial pero sin el poder que se supone debiera tener, o ¿Qué opinas?