El pasado 5 de Noviembre, Estados Unidos de América celebró elecciones presidenciales, las del Congreso y algunas gobernaturas, siendo esta una contienda con una participación de poco más de 140 millones de votantes hasta el momento, lo que indica que votaron 18 millones menos que hace 4 años en el país anglosajón, además del triunfo arrollador por decir lo menos, del Republicano Donald Trump, logrando ganar el Colegio Electoral, el voto popular, el Senado y probablemente la Cámara de Representantes, además de una Corte Suprema más afín a Trump, teniendo como resultado un poder interno total, algo que no había conseguido en 2016 ni en 2020, por lo cual, esta tercera contienda de Trump, no solo implica su regreso triunfal a la Casa Blanca, sino que lo hace con un poder casi ilimitado, incluso mucho más del que tendría Claudia Sheinbaum en México, ya que Donald Trump posee el apoyo de su base partidista sin divisiones internas, así como el respaldo de los poderes legislativo y judicial (en específico la Corte Suprema), algo que no pasa en México actualmente.
Para esto debemos indagar en los antecedentes, ya que suena imposible de creer que Donald Trump pudiera regresar después de haber perdido la reelección en 2020, los acontecimientos del 6 de Enero del 2021 en el Capitolio, así como las causas judiciales en su contra y como cereza en el pastel, 2 juicios políticos fallidos en su contra, algo que representaría una muerte política, tomando en cuenta que es el segundo presidente en la historia de Estados Unidos en ganar su reelección de forma no consecutiva, pues el único que lo habría hecho es Groover Cleveland, quien ganó las elecciones de 1884, perdió su reelección inmediata de 1888, pero que ganaría finalmente la reelección no consecutiva en 1892, pero el caso de Trump es aún más impactante, pues es casi una tradición que los presidentes que pierden su reelección ya nunca vuelven a contender, siendo el caso de Hebert Hoover, Gerald Ford, James Carter y George H.W. Bush, recordando que Joe Biden se retiró de la contienda antes de la elección, por lo cual el caso de Donald Trump es especial, pues en 2016 ganó sólo el Colegio Electoral y perdió el voto popular contra Hillary Clinton, como las elecciones del año 2000 con George Bush hijo y Al Gore, pero en 2020 perdería tanto el Colegio Electoral y voto popular en una elecciones atípicas, y ahora en 2024, Trump logra ganar tanto el Colegio Electoral como el voto popular, siendo una victoria no vista para un Republicano desde 1988 y 2004, con los presidentes Bush padre e hijo.
Ahora, es importante entender que, con todo lo anterior que le precedía a Donald Trump, logró hacer una campaña resiliente y dinámica, que hicieron olvidar momentáneamente los eventos del 2020 y 2021, no importando la campaña de miedo, las donaciones millonarias a la campaña de Kamala Harris, ni la persecución jurídica fallida a Donald Trump, pero si impactando el intento de asesinato a Trump el 13 de Julio del 2024, el debate presidencial contra Joe Biden, sus fotos como empleado de McDonald’s por 15 minutos, sus apariciones en un camión de basura, y un discurso tan contundente para atraer nuevamente a su electorado, teniendo en contraste a los Demócratas, que no solo tuvieron que cargar con una mala gestión por parte de Joe Biden como presidente y Kamala Harris como vicepresidente, sino que pasaban de error tras error, como la guerra de Ucrania, la retirada de Afganistán, la crisis inflacionaria y migratoria, así como la inseguridad, y como cereza del pastel, las capacidades cognitivas deplorables de Joe Biden que le hacían imposible ir por un segundo mandato a sus 82 años, provocando una crisis en el Partido Demócrata, ya que no lograron tener nuevos liderazgos, más que los ya conocidos como Michelle Obama o el gobernador de California Gavin Newsom, eligiendo al final a la contradictoria e incongruente Kamala Harris, la candidata que afirmó ser afroamericana, pero que tiene raíces hindús; la mujer que decía que iba a arreglar los problemas de los estadounidenses, pero que no pudo hacer nada en estos casi 4 años como vicepresidente; la política que aseguraba mejor economía para EE.UU., más empleo, una frontera controlada, pero con invitación a más inmigrantes ilegales abriendo fronteras, la vicepresidente que decía estar de acuerdo con todo lo hecho por el presidente Biden, pero que vociferaba que ahora si iban a cambiar las cosas con ella. Es por lo anterior que la base de votantes Demócratas no la respaldaron como en 2020 a Joe Biden, pues los afroamericanos e hispanos, quienes siempre han sido vistos como votos seguros para los Demócratas, esta vez muchos de ellos decidieron votar a favor de Donald Trump, sin olvidar el apoyo del candidato independiente y anteriormente Demócrata, Robert F. Kennedy Jr.
Todo lo analizado solo pudo dar como resultado una marea roja imparable, logrando 312 votos del Colegio Electoral, 73 millones de votos populares y contando, 52 Senadores y probablemente los 218 legisladores en la Cámara de Representantes, conformando así un bloque partidista total en el Ejecutivo y Legislativo, algo parecido a México, pero con la diferencia de que a Trump si lo respalda la Corte Suprema de Estados Unidos.
Es momento de reflexionar, pues para México es imprescindible la relación bilateral con USA, por lo cual será interesante ver la convivencia de Claudia Sheinbaum, quien es de izquierda progresista, con Donald Trump, quien es de la derecha conservadora, tomando en cuenta que mientras en México se hace una reforma judicial que puede nulificar la certeza jurídica necesaria para el T-MEC, Donald Trump propone desregular la economía estadounidense, y poner aranceles a todos los productos chinos fabricados en México, además de querer declarar a los cárteles como terroristas y la visión distinta de ambos mandatarios, lo cual será sin duda un enigma que se descifrará desde el 20 de Enero del 2025, incluso antes de esa fecha, o ¿Qué opinas?