4 de Septiembre de 2025
 

OPINIÓN / NEXTGEN TV, EL FUTURO DE LA TV ABIERTA / HUGO GONZÁLEZ

 

 

 

La semana pasada Brasil marcó un gol histórico en la historia de la TV. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva firmó un decreto que establece DTV+, basado en el estándar ATSC 3.0, como el futuro de su televisión de ese país. En Estados Unidos lo llaman NextGen TV, y ahora Brasil se une a la liga de países que juegan con esta tecnología.

Será el primer país de América Latina que apuesta por la misma tecnología que usan EU y Jamaica en el rubro de la televisión lineal (así le llaman ahora a la TV abierta para que suene menos viejita). El sistema ya transmite en fase experimental en Río de Janeiro y Sao Paulo.

Lo interesante de NextGen TV (o ATSC 3.0) es que no solo es tele. Es una combinación de TV con Internet, como si Netflix y la antena de conejo tuvieran un hijo. Así, los usuarios podrán crear perfiles con usuario y contraseña, y los canales dejarán de ser números para convertirse en aplicaciones o catálogos de contenido. Además, las señales se recibirán en teléfonos y pantallas inteligentes, con la posibilidad de personalizar programación y anuncios.

Pero entonces, ¿qué estamos haciendo en México? Aunque suene raro, en nuestro país ya se discute la implementación del estándar ATSC 3.0, sin embargo, parece que la decisión va para largo. Si crees que todo es culpa de 4T, te equivocas. Si bien el rediseño institucional es un obstáculo, la verdad es que el finado IFT no lo había resuelto ni abordado con seriedad.

Apenas en marzo de este año el IFT publicó un documento de trabajo titulado “ATSC 3.0: recomendaciones para su futura adopción en México”. Dos meses después, en mayo de 2025 (con fecha de junio, bonito detalle burocrático), se publicó otro documento titulado “Implicaciones del desarrollo del estándar ATSC 3.0 para la televisión abierta en México”.

Según esos textos, ATSC 3.0 ofrece mejoras sustanciales respecto al viejo ATSC 1.0. Redes de frecuencia única, multiprogramación eficiente, integración con Internet, interactividad en tiempo real, mejor calidad de audio y video, accesibilidad, aplicaciones y anuncios focalizados, son las ventajas.

Esta tecnología no solo sirve para ver telenovelas en 8K, también puede distribuir contenidos educativos en comunidades desconectadas, funcionar como sistema de alerta temprana, respaldar al GPS, dar soporte a vehículos conectados e impulsar aplicaciones de IoT en zonas rurales. En resumen, puede abrir nuevos negocios para las televisoras que siguen buscando ingresos en un ecosistema digital cada vez más selectivo.

Lo malo es que hace menos de diez años apenas se logró concretar la transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT). Fue un proceso difícil que pegó fuerte en concesionarios y audiencias. Forzar otra migración similar sería un golpe a varias carteras. El ATSC 3.0 no es compatible con ATSC 1.0, así que los televisores actuales no sirven. Y como todavía no hay economías de escala, las nuevas pantallas serían muy caras.

Por eso, los documentos del IFT sugieren un camino menos suicida con pruebas piloto, consultas públicas y un plan gradual. Las experiencias de Corea del Sur, EU y ahora Brasil muestran que la clave está en la gobernanza, la visión de largo plazo, el financiamiento y la coordinación multisectorial. Eso se ve muy difícil en México.

Aquí seguimos con la resaca (o chilladera) por la desaparición del IFT y la creación de nuevas agencias. El rediseño institucional actual suena a que nadie sabe quién tiene el control remoto. Hasta que no se aclaren las reglas del juego, pensar en un calendario realista de migración a la NextGen TV es como ver a México en la final del mundial de futbol.

Pero ojo, si la ruta no se traza pronto, el país corre el riesgo de quedarse rezagado otra década. Mientras los vecinos transmiten NextGen TV con ultra alta definición y bidireccional, aquí seguimos moviendo la antena en la azotea para sintonizar todos los canales.

Adaptada o rezagada

En México se juega un partido distinto al de la cancha política: el de la sostenibilidad industrial. Mañana, Tetra Pak México, bajo la batuta de Ramiro Ortiz, lanza el Foro MX 2025, Innovación con propósito, un encuentro en la Ciudad de México donde empresas, gobierno y sociedad civil discutirán cómo transformar los sistemas alimentarios. La apuesta es en modelos inclusivos, bajos en carbono y respetuosos de la naturaleza.

El evento trae como figura principal a John Elkington, el mismo que inventó el concepto del “triple resultado” (personas, planeta y ganancias). Su charla ‘Megatendencias globales en sostenibilidad’ pone en la misma mesa al cambio climático, la inteligencia artificial y los hábitos de consumo, con una advertencia seria para la industria mexicana: o se adapta, o se queda rezagada.

La presencia de empresas como Grupo Herdez, Walmart, Bio Pappel y Telcel busca dejar atrás la moda del “green talk” para pasar a compromisos tangibles. Este Foro es un intento de construir un pacto industrial con propósito real, donde México podría convertirse en protagonista si entiende que la sostenibilidad no es accesorio, sino estrategia.

Aduanas inteligentes

La modernización llegó también a las aduanas. A la promesa de convertirlas en aduanas inteligentes o Smart Borders también se asoma una nueva ley. La meta es agilizar trámites, automatizar procesos y limitar la informalidad. Cámaras de videovigilancia, rayos X, reconocimiento facial, biometría y sistemas de identificación por radiofrecuencia (RFID) ya buscan transformar la experiencia de cruzar una frontera.



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