Sin tacto
Por Sergio González Levet
Embajador en el Puerto
Con toda su sapiencia y su investidura, pero además con todo el cariño que tiene por Veracruz, el maestro Otto Granados Roldán, quien actualmente es embajador de nuestro país en la República de Chile, participó ayer activa y brillantemente en los foros de consulta ciudadana que organiza el Ayuntamiento porteño, a fin de determinar temas y vías para el Plan Municipal de Desarrollo 2014-2017.
Buen punto el que se anota el Presidente Municipal, Ramón Poo Gil, con la presencia y la aportación de este personaje de la política, la academia y la diplomacia mexicana.
Pero ¿de quién estamos hablando?, se pueden preguntar la curiosa lectora y el ocioso lector. Pues ahí les va un somero repaso:
Nacido en Aguascalientes, en donde estudió con los mejores promedios hasta el bachillerato, el joven Otto enrumbó hacia la Ciudad de México y culminó también de manera notable la licenciatura en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Al término de su carrera, se inició en la política al lado de un gran veracruzano que ya no está entre nosotros, el tuxpeño Demetrio Ruiz Malerva, para el que trabajó en la revista La República, que editaba el CEN del PRI.
Granados Roldán se dio tiempo para hacer también exitosamente la maestría en Historia por el Colegio de México. En esa época fue cuando se inició en el periodismo veracruzano, con acuciosos e interesantes textos que fue publicando en el semanario Punto y Aparte, que lo convirtieron en uno de los colaboradores estrella de la publicación que alentó y aún dirige el maestro Froylán Flores Cancela, otro de sus grandes amigos.
La carrera política de Otto Granados dio un salto hacia adelante cuando fue invitado por don Jesús Reyes Heroles a que fuera su secretario particular, cuando lo designó el presidente Miguel de la Madrid como Secretario de Educación.
A la muerte de don Jesús, Otto estuvo en la embajada de México en España como agregado cultural, y pocos años después regresó para trabajar como oficial mayor para el secretario de Programación y Presupuesto, Carlos Salinas de Gortari, con quien se siguió hasta alcanzar la Dirección General de Comunicación Social cuando éste llegó a la Presidencia de la República.
En 1992, Granados Roldán fue nominado como candidato del PRI a la gubernatura de su estado natal, al que gobernó con mano firme y notorios resultados hasta 1998. Algunos meses después fue designado embajador de nuestro país en Chile y permaneció en ese puesto durante dos años.
Hasta hace algunos meses, en que fue designado nuevamente como embajador en el país andino, la vida de Otto Granados transcurrió entre el estudio y la academia, sobre todo en el Tecnológico de Monterrey.
Por su amor a Veracruz, por sus relaciones con grandes veracruzanos, el embajador Granados tuvo la deferencia de ajustar su agenda para poder participar, a invitación de su amigo Ramón Poo, en los foros municipales, lo que es un honor para la naciente comuna, y un hitazo.
Y además lo hizo de gratis.
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