Sin tacto
Por Sergio González Levet
Buganza por Buganza (por Elia Melchi)
En una entrevista impecable que le hace para Notiver esa entrevistadora perenne que es la colega Elia Melchi, el Secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón, se pinta de cuerpo entero a la hora de ejecutar las decisiones del gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien le indicó “no medirse a la hora de investigar sobre empresas que incumplieron los contratos de obras”.
La charla no tiene pierde, y Buganza responde con valentía ante la sagacidad y la enjundia de la periodista, quien aprovecha para exprimir la información, como debe hacer siempre quien se respete en el oficio de la reporteada, que es el caso.
Por ejemplo, Melchi le pregunta si le tocó hacer el papel de “el malo de la película” y él contesta que “no, vine a poner orden tal y como me lo pidió el gobernador Duarte, desde luego buscar la eficiencia y eficacia en los servicios de infraestructura del estado”.
A eso, ella insiste y le desliza una pregunta que parece candorosa: “¿La intención del Gobernador no es de juego?”. El funcionario responde con una convicción creíble:
“No es una escaramuza, es de verdad y a lo mejor al principio nadie creyó, pero hay muchos que ven que hay una realidad, y eso nos ha beneficiado con algunos constructores que pensaron que era simple show. Lo cierto es que ahora se acercan, y esto nos ayuda a regularizar muchos problemas”.
La eficiente reportera no se arredra y regresa al tema: “¿Sea quien sea?”, con lo que logra la respuesta buscada: “Sea quien sea, aquí no hay recomendados”. Y sin soltar la presa informativa, ella insiste: “¿Todos han regresado el dinero?”, con lo que consigue que el ingeniero Buganza le diga: “Muchos han negociado la terminación anticipada de contratos, pasarlos a un tercero, saldan las cuentas a un tercero para reactivar las obras. Lo que no quieren es tener problemas”.
Hombre profundamente religioso, cuando la entrevistadora le pide nombres de los investigados, contesta con una cita bíblica: “En la viña del Señor hay de todo”.
La recomendable plática sigue por algunos derroteros de la carrera política de Buganza Salmerón, y la experiencia en el oficio se nota porque lo hace recorrer los temas más álgidos:
Uno, Zarrabal no se ha acercado con él ni ha tenido presión de nada, “he hecho libremente mi trabajo”. Dos, no ha habido ningún señalamiento del Gobernador de que proteja a alguien, va parejo para todos. Tres, no tiene miedo a las respuestas, sólo “miedo a portarse mal, nada más”. Cuatro, “Ya no hay diezmos, cero, desaparecieron”. Cinco, no se afilió al PRI ni pretende ser candidato a diputado.
Sobre esto último, vale la pena detenerse, porque pinta el futuro inmediato de este buen funcionario público:
“Los tiempos de la política llevan sus ritmos, ya no lo busqué. La autoridad viene de lo alto. Dios me permitió ejercer y lo hago con mucho ánimo de servir, no estar atado a nada”.
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