23 de Noviembre de 2024
 

Manuel Zepeda Ramos - Periplo

Volando. Mientras escribo este artículo, el Presidente Peña Nieto y su comitiva están en tránsito desde el aeropuerto de Barajas, en Madrid, en vuelo directo al aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México.

El Presidente de la República concluye así un periplo más a los que habremos de acostumbrarnos en este sexenio de franca relación con el mundo, ese mundo de la actualidad al que hay que prestarle la mayor atención si queremos estar presentes en la mesa en donde se dirime el futuro del mundo.

Esta gira ahora fue en Europa y se dio en los países de Portugal, Italia y España, respectivamente; si bien la visita a la península de la bota Federica no fue precisamente una visita de estado a la República de Italia, sino una visita de estado al territorio general de la religión católica, cuya sede es el Vaticano.

El resultado, como todos los que ha tenido Peña Nieto en sus viajes por el mundo, lo considero satisfactorio.

 

El mandatario portugués felicitó al Presidente de México por los alcances que las reformas estructurales habrán de tener en el futuro nacional. Son reformas, dijo, palabras más palabras menos, que preparan nuevas generaciones que ven al futuro y a la competitividad.

La presencia en la Capilla de San Pedro del Presidente de México acercó más a nuestra nación —un país guadalupano dijo el Santo Padre—, con la sede de todos los católicos del mundo. Lo invitó a visitar nuestro país, lo que Francisco aceptó, si bien no fijó fecha en lo inmediato. Esta visita es infinitamente oportuna y necesaria, por la que el Papa habrá de tener dos opiniones en torno a México: la de su mandatario por la voluntad popular y la del grupo de obispos mexicanos que lo visitaron hace pocos días, al momento de publicar su interpretación que tienen de México. Así es que en un futuro mediato habremos de tener en nuestro país la primera visita del primer Papa americano en la historia del catolicismo, ese Papa que ha ganado enorme popularidad por su manera de ser, distinta al comportamiento de otros representantes de Dios en la tierra, que le ha ganado la simpatía unánime del mundo de la actualidad.

Por último, Enrique Peña Nieto estuvo en España. Juan Carlos I lo recibió por última vez como el Rey de España, ya que como todos ustedes saben, abdicó a la corona a favor de su hijo, el Príncipe de Asturias, quien habrá de coronarse en este mismo mes de junio como Felipe VI.

Desde España el Presidente lanzó una fuerte campaña turística, de España para Europa, para visitar México. No hay que olvidar que esta administración federal le ha apostado al turismo de manera intensa e inteligente, en varios frentes. Además del turismo de playa, que es el que más divisas proporciona en este momento, la administración de Peña Nieto tiene especial atención por el turismo cultural, el de naturaleza y aventura, el deportivo, entre otros, que habrán de dar resultados muy pronto para la economía nacional y la generación de empleos.

Con el Presidente Rajoy emanado del partido popular tuvieron una excelente reunión de intercambio de posibilidades entre las dos naciones. Allí, el Presidente español le dijo al Presidente de México que las reformas estructurales son dolorosas e impopulares, pero necesarias y urgentes.

Está claro que el mundo observa la gran voluntad de querer transformar a México. Nuestro país en la mira del mundo —como país que decide cambiar en la etapa de la real democracia—, es observado detenidamente por apostarle al futuro y a las nuevas generaciones.

Todavía ayer en la mañana, en el congreso español, al recibir la medalla del Congreso de los Diputados y del Senado Español, valoró a los partidos políticos y legisladores mexicanos por su madurez política, “porque en un ambiente de libertad y pluralidad democrática decidieron privilegiar las coincidencias para lograr acuerdos fundamentales para la aprobación de reformas y sentar bases para transformar positivamente a nuestro país”. Desde esta sede que es el Palacio de las Cortes, dijo Peña Nieto, “quiero expresar mi público reconocimiento a los partidos que han hecho posible la transformación de México y, sobre todo, de haberse comprometido en el Pacto por México”.

Otro viaje de Peña Nieto por el mundo

Queda claro que nos gobierna un Estadista que asume retos avalados por el Congreso de la Unión necesarios para el futuro de las nuevas generaciones.

Queda claro también que está vivo y actuante, lúcido y claro, que se expresa bien, que goza de cabal salud aunque el señor moreno diga lo contrario, al tiempo que el señor de las ligas —el mismo que durante la campaña presidencial del Peje fue por millones de dólares que todo el pueblo de México vio guardarse en donde le cupieran—, acusa a López Obrador, ayer lunes, de sectarista y obcecado.

Mientras se aprueban en las próximas horas y días algunas leyes secundarias para reglamentar las reformas, deseo feliz llegada al Presidente y a su comitiva, de un viaje que ha desquitado con creces por sus objetivos logrados.

 

¡Enhorabuena!



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