Jorge Parra
Misantla, Ver.- Justicia por propia mano han decidido tomar los habitantes de la cabecera municipal de Colipa, quienes la tarde del pasado sábado resolvieron aprehender a un sujeto que junto con otros venían cometiendo una serie de supuestos robos, atracos y diversos delitos en el mencionado poblado.
Y es que la noche del pasado viernes se perpetuó un robo a una tienda ubicada en la cabecera municipal, esto sobre la calle 16 de Septiembre donde tres malandrines robaron la tienda denominada abarrotes “Ana María” pero además golpearon al hijo del dueño de la misma, así como a una mujer que se encontraba en el local.
Sin embargo, la gota que derramó el vaso fue el acto delictuoso cometido por esos mismos sujetos la tarde del pasado sábado, cuando alrededor de las dos de la tarde, tres individuos que coinciden con las características de los mismos que habían robado en la tienda de abarrotes, llegaron hasta el domicilio de la víctima en la calle Juárez de la cabecera municipal y aprovechándose de su condición de minusvalía al estar postrado en una silla de ruedas, lo agredieron y robaron sus pertenencias.
Ante esta situación, un grupo de habitantes de Colipa se organizaron y por propia mano decidieron hacer justicia e ir en busca de los asaltantes, yendo un grupo de personas hasta la calle Revolución de la cabecera municipal y sacaron de su vivienda a uno de los supuestos malhechores, llevándolo enardecidamente hasta la comandancia de la Policía Municipal donde los policías no lo querían recibir sin antes supuestamente consultar la alcalde.
Luego de depositar al ladronzuelo en la comandancia de la Policía Municipal, la población decidió tomar el palacio municipal y permanecer afuera del mismo mientras se trataba de encontrar a los demás asaltantes, sin embargo esto no ha sucedido.
Al final trascendió que el detenido fue puesto a disposición de la fiscalía del pueblo; sin embargo la situación de inseguridad y la poca aplicación de políticas de seguridad pública por parte de la alcaldía provocaron que Colipa se convierta en un pueblo sin ley que tome la justicia en sus propias manos ante la inoperatividad de las autoridades municipales y estatales para garantizar la seguridad del mencionado pueblo.