Katie Meade, una modelo con síndrome de down, sorprendió y se convirtió en la cara visible de una marca de cosmética.
La marca que la eligió fue Beauty Pin-Ups, que se encarga de romper los prototipos de belleza y destacar los puntos fuertes de cada una de las modelos.
La campaña lleva el nombre de “fearless” (sin miedo) y promociona una solución para el cabello dañado de las mujeres.